lunes, 31 de octubre de 2016

Política de contrarios.

Elegir algo no implica necesariamente un rechazo.
- Podemos estar en contra y no ser contrarios.
- Te pueden gustar Messi y Cristiano (y muchos más).
- Puedes ser Cholista y de Zidane. Apreciar la táctica en fútbol de Mourinho y la de Guardiola.
- Te pueden gustar Ismael Serrano y JotDown.
- Puedes ver OT y también Salvados.
- Puedes ser aficionado al fútbol y al cine y a la literatura.
-Puedes asar los calbotes y celebrar Halloween.
- Puedes apreciar El País y aborrecer su línea editorial.
- Puedes aplaudir el ingenio de Rajoy dando la réplica en un debate y estar en contra de su discurso.
- Puedes ser católico y creer en un estado aconfesional y laico.
- Puedes ser antitaurino y no ser vegano.
- Puedes comprar en Zara y estar en contra del trabajo deslocalizado y precario.
- Puedes creer en el referéndum de autodeterminación y no querer la independencia.
- Puedes ser indententista y no ser antiespañol.
- Puedes ser español y no ser antiindependentista.
- Puedes condenar el GAL y a ETA.
- Puedes querer el acercamiento de los presos y presas de ETA y querer que cumplan su condena.
- Puedes aplaudir un discurso de Bildu y no estar aplaudiendo la violencia de ETA.
- Puedes ser de Bildu y condenar a ETA.
- Puedes creer que Otegi dio un paso para iniciar el proceso de paz y no ser ETA.
- Puedes creer en otra política antiterrorista y no ser ETA, ni el Isis ni nada que se le parezca.
- Hasta puedes ser obrero y votar a la derecha.

viernes, 28 de octubre de 2016

Un país ahí fuera

Hay un país ahí fuera, un país que tiembla. Un país que trabaja para sobrevivir, que malvive porque no trabaja. Hay un país ahí fuera que se abraza fuerte mientras sueña con no perder su casa, que llora al mirar a sus hijas en la que todavía es su cama. Que tiembla cuando llega a casa, que reza por llegar aunque sepa que ya están dormidas, que suspira porque siga siendo asi, por verlas crecer por la noche, porque todo no se detenga un día y pase sus días con ellas sin pan ni colchón.
Hay un país ahí fuera que suspira por conservar lo que no ha perdido, que cruza cabizbajo una manifestación, que cambia de acera cuando ve a un anciano tumbado en un banco, que cree temer al anciano y que, en realidad, teme al banco.
Hay un país ahí fuera que ríe, que brinda y saluda, que aparca su coche, deja el otro fuera, besa a sus hijos mientras los arropa, que sabe lo que es el viscolatex, que ha salido, por una noche, a cenar fuera.
Hay un país ahí fuera que una vez al menos va al cine y no mira lo que cuesta el IVA, que compra gafas y palomitas, que vive. Vive como le han dicho que hay que vivir.
Hay un país ahí fuera que ve la tele y el país que ahí se representa.
Hay un país ahí fuera que enferma, que espera un diagnóstico en un pasillo de hospital, que no compra las medicinas porque no tiene con que pagar, que con 39 de fiebre se va a trabajar.
Hay un país ahí fuera que vive con poca luz, sin calefacción, que muere de frío, que come una vez al día, que no tiene con qué pagar sus facturas sin consumo.
Hay un país ahi fuera que se manifiesta, sin pancartas, por twitter, en el sofá. Que una vez salió a la calle, y vio a un anciano tumbado en un banco y creyó temer al anciano cuando a lo que temía era al banco. Pagó su comisión. Tapó el teclado. Amarró bien fuerte los 50 céntimos del bolsillo.
Hay un país ahí fuera que rodea a ese otro país que se encierra en su vida, en el televisor. Hay un país ahí fuera que teme al que lo rodea y no al que le encierra.

www.ismaelserrano.com

sábado, 22 de octubre de 2016

Asesina soledad

La soledad es una amante exigente. Es celosa y posesiva. Como todo amor, si no es correspondido, si no ha sido libremente elegido, duele. Daña y duele. Y, cuando más te entregas para sobrellevarlo, más duele, más daño te hace. Te atrapa y te aisla. Te vacía del resto. Odias el vacío en la cama y, al tiempo, aborreces, te estorba el abrazo.
La soledad duele, a veces mata. No físicamente (a veces sí), pero si es un asesinato mental. Asesina tu personalidad.
Es un amor que te maltrata, que no te permite vivir sin ella, que te hace creer que es imprescindible, que sin ella no existes. Que no eres libre.
Y la soledad no te da la libertad, aunque tenga esa apariencia. A veces, nos apresa. Es la confianza mutua la que nos permite ser libres.

Llevo 10 años trabajando en Canal Extremadura Radio. A 156 kilómetros de mi hogar, 1 hora y 27 minutos de los imprescindibles abrazos.
10 años. 10 años a solas aunque me sepa acompañado.
A veces, todo parecer inútil. Un esfuerzo esteril, sin resultado. Un tic tac infinito hasta llegar a tu lado. Un pasillo que no acaba para aplacar sus llantos.
Y, de repente, un día, pequeños detalles alivian el cansancio. Pequeños detalles como aspirinas, que no curan esta migraña sin ti pero que de despojan de ese dolor incesante.
El ofrecimiento de aquellos a los que no he sabido decirles que les quiero tanto, tanto... Un regalo para beber el sudor de pasión de mi trabajo.
Una tertulia entre amigos, pura radio.
Una cena con quienes, en la distancia, están a tu lado.
Y, al final del día, sus cuerpos pesados en mis brazos. Su aliento en mi hombro. Su sueño en mis manos.
Y la cama, tus labios, la charla de siempre y solo un colchón, no dormir separados.
Esta enfermedad sólo tiene un tratamiento. Mientras tanto, me he hecho adicto a los fármacos.

viernes, 21 de octubre de 2016

5 años sin ETA

Con ETA no se acabó desde las armas, ni desde la guerra ni desde el GAL.
Con ETA se acabó desde el diálogo, el derecho y la paz.

https://www.youtube.com/watch?v=_XmOBF3o3O0
https://www.youtube.com/watch?v=_KaOPQZgKQI
https://www.youtube.com/watch?v=leZdp5Llhjo

miércoles, 19 de octubre de 2016

Ya quisiera yo

Hay una nueva Inquisición, defensora de la moral, que nos inculca que cuando nos pisan sólo podemos gritar en lugar de actuar para que no nos pisen más

https://m.youtube.com/watch?v=-2AeV9PB4hM

miércoles, 12 de octubre de 2016

Aquí están mi pilar y mi patria. Mi única religión.
Su risa, el himno al que lloro.
Sus heridas, los escudos que beso.
Sus sueños, mi ejército.
Son mis país, sin fronteras
Son sus ojos mi bandera, llena de color.
Son la España que creo.
Creo en la España que son.