sábado, 27 de agosto de 2022

Enfermedad

 Duermes poco. La cabeza te estalla. Tu cuerpo se sale de la cama. Tienes fiebre y vómitos. Pasas la noche paseando por el pasillo. Te despiertas agotado, de mal humor, con el cuerpo aún caliente y una cefalea que no te permite caminar. Sólo quieres dormir y descansar. Romper los planes del día y que tu cuerpo y tu mente deshagan la cama. Sólo quieres eso y un abrazo. Sin muchas palabras, ni siquiera hacen falta preguntas. Sólo un abrazo, una caricia en el pelo o quizás un beso y un que te mejores sincero. Y, tal vez, un mensaje en el móvil preguntándote “¿qué tal estás?” cuando te puedas despertar.