miércoles, 26 de noviembre de 2008

QUE CALLE EL RUIDO, ESCUCHEMOS A ISMAEL

No te dejará dormir este estrépito infinito que intenta llenar los días de tinieblas y enemigos. Una estruendosa jauría se empeña en hacer callar las preguntas, los matices, el murmullo de ojalás.
Ruido de patriotas que se envuelven en banderas, confunden la patria con la sordidez de sus cavernas. Ruido de conversos que, caídos del caballo, siembran su rencor perseguidos por sus pecados.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas. Si se callase el ruido quizá podríamos hablar y soplar sobre las heridas, quizás entenderías que nos queda la esperanza.

Ruido de iluminados, gritan desde sus hogueras que trae el fin del mundo la luz de la diferencia. Ruido de inquisidores, nos hablan de libertades agrietando con sus gritos su barniz de tolerantes.
Nunca pisa la batalla tanto ruido de guerreros, traen de sus almenas la paz de los cementerios. Háblame de tus abrazos, de nuestro amor imperfecto, de la luz de tu utopía, que tu voz tape este estruendo.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas. Si se callase el ruido quizá podríamos hablar y soplar sobre las heridas, quizás entenderías que nos queda la esperanza.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas. Si se callase el ruido quizá podríamos hablar y soplar sobre las heridas, quizás entenderías que nos queda la esperanza.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas. Si se callase el ruido quizá podríamos hablar y soplar sobre las heridas, quizás entenderías que nos queda la esperanza.

Si se callase el ruido oirías la lluvia caer limpiando la ciudad de espectros, te oiría hablar en sueños y abriría las ventanas...

JUEVES, 27 NOVIEMBRE, TEATRO LÓPEZ DE AYALA DE BADAJOZ. 21HS.

martes, 18 de noviembre de 2008

18 de Noviembre. 8 meses (y no 7) y 1 semana.

Ahogó su larga melena en el agua tibia de la bañera. Con los ojos cerrados, con las sales del Yves Rocher, con las ansias y con el deseo, imaginó su piel estremecida por las frías y saladas olas del sur del Mediterráneo.

Siguió con su mirada aquellas pisadas. Desde el agua, pataleando, con sus ojos mielosos, persiguió atentamente sus pasos, su cuerpo semidesnudo, su espalda mojada por diminutas gotas que buscaban un final feliz por debajo del bañador. Sonrió con aquel estúpido pensamiento, nadó un poco para olvidar el frío, para entrar en calor, y se quitó, como tantas veces, la parte superior del biquini. Piel con piel. El mar y ella. El placer, y no otra cosa, provocaban la excitación de su piel en ese momento. Era libre bañándose al sol de noviembre.

Noviembre. La revolución atrapó su cuerpo, el arte invadió sus pensamientos. Noviembre. El color de las pinturas, los teatros silenciosos en las butacas, bulliciosos en los pasillos. Noviembre, el aire rojizo de una tarde en el campo, el olor de una chimenea de Cabezuela, o de Monsanto. Noviembre, la nieve derritada por el rugir del Jerte. Noviembre y la niebla sobre las orillas de la carretera.

Niebla y baho que se confundían en el espejo de su cuarto de baño. Su reflejo no mentiría, la enseñaría su pureza a pocos meses de su boda. El blanco de sus ilusiones, el azul de su destino, de su mar, de su cielo.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Sin vértigo

Cómo estar sin vértigo cuando lo único que queda es caer. Para no verse nunca así, esta canción y este vídeo, hecho desde el cariño pero nunca terminado.

PD.: A ver si alguien me ayuda a completarlo con imágenes recientes

domingo, 9 de noviembre de 2008

Silencio

Es difícil encontrar las palabras justas cuando no hay justicia y lo justo es el silencio.
Un abrazo Miguel