lunes, 25 de enero de 2010

Sé fiel

Hay días y días. Hay días que te levantas contento, otros que empiezas con el pie izquierdo. Hay personas y personas.
Cada día me cruzo con Ponzio Pilato. Yo le miro a la cara, él evita la mirada. Sin sangre, sin puñal, con traición. Siempre habrá un Haiti para limpiar nuestras conciencias. Unos euros que ni cambian el mundo ni nos cambian a nosotros mismos. Actúa como debas, no como creas o quieras. Eso sí, actúa. Y ten en cuenta que no sólo tienes que ser bueno, debes parecerlo.

Pon la cara cuantas veces te la partan, sé fiel. A ti mismo lo primero. Cree. En ti mismo lo primero. Pero cree de verdad, no te mientas. Es decir, sé fiel, a ti mismo lo primero.

No esperas nada de los demás. Das lo que crees que debas dar y nunca esperes.
Reza esta oración 10 veces hasta que te la creas, hasta que te convenzas. Sé fiel, a ti mismo lo primero

lunes, 11 de enero de 2010

El frío huele

Una calle empedrada, con una fuerte pendiente y un canal de agua en medio del camino.
Entre el rugir de las montañas, el silencio de un pueblo de la sierra y el calor que abrigan tus abrazos descubro el olor del frío.

Huele a invierno, al gris de las nubes que tapan el techos de nuestros sueños, al sabor de la carne en una hoguera con leña natural, al humo del picón que empaña nuestra mirada.

Es el momemto de cumplir promesas y deseos, de mirar adelante, de pensar en el verde que nos rodea, de planear, de querernos, de detener un tiempo que hace tiempo no nos regala su oro, de saborear las mieles de nuestro éxito y brindar con cava mientras como de la manzana bendita de tus labios.

Es nuestro momento. Ya vendrán horas de carretera, fotos de nieve y frío en los costados. Ahora toca disfrutar y saborear el frío, aprender como huele.

lunes, 4 de enero de 2010

Mejor mañana

Aunque cualquier tiempo pasado siempre parece mejor, yo me niego a pensar que hay una fecha más ideal que mañana. Aunque los grandes clásicos pervivan en el tiempo y entierren bajo su losa a los grandes de hoy, siempre me he negado a pensar que las mejores películas ya están vistas, que los grandes inventos ya están descubiertos y que las mejores novelas ya duermen sobre papel.

Sé que los mejores versos aún no han salido de tus labios, que las mejores letras no se han escrito y que las melodías más sinceras aún no han llegado a oído alguno, que me quedan mejores programas por hacer y mejores deseos que cumplir.

Por todo eso, me niego a pensar que haya pasado el mejor día de mi vida, aunque el 25 de julio, el 27 de agosto y el 14 de noviembre de 2009 quedarán siempre en mi recuerdo. 3 días, y 362 más, para recordar pero no para complacerme. El mejor año está por aparecer. La sonrisa de mi padre, los recuerdos de camino a Madrid en un 30 de abril se multiplicaron por mil cuando su firma cambió del papel que le daba pie a su descanso al que certificaba un amor sin caducidad. Llegarán aún más sonrisas que las que echó entre viejos amigos y otros que nunca cayeron al olvido.

Los ojos brillantes de mi madre, a lo mejor llorosos cuando me tenía en sus brazos, se iluminaron más 1 mes después cuando volvió a sentir en sus manos el tacto de un bebé, volvió a oir su sonrisa, y volvió a sentir la juventud que creyó dejar hace años cuando compartía secretos y jaleo con aquella amigo que desde hace tiempo sólo aparecía, con una voz arrolladora, de año en año.

Seguro que habrá días mejores, aunque este 2009 quede como un año inolvidable, un año maestro. No creas que las lágrimas de felicidad las agotaste entre cuentas y decimales, entre nombres de desconocidas y hombres con nombre pero sin rostro. No creas que en mis brazos dejaste tus mejores pasos de baile, que con tus amigos compartiste las mejores tardes de piscina, que el sol brilló más en las playas del Adriático o que comiste el mejor cordero tras las nubes de esta navidad que no será la más lluviosa.

Quedan aguas por caer, serán mejores. Quedan rayos de sol por disfrutar, serán más cálidos. Quedarán montañas por descubrir, serán más altas. Quedarán otoños por cumplir, serán más fríos. Quedarán victorias que celebrar como un Pantocrato, el 6 volverá a ser el número de la Bestia y habrá diablos mayores y dioses que vuelvan a crear hojaldres para nosotros, y ángeles que iluminen nuestros cuerpos cuando las velas hayan consumido las ceras y mieles más sabrosas que están por venir.

No pienses que ya ha pasado lo mejor. Todavía nos queda toda una vida por disfrutar.

viernes, 1 de enero de 2010