viernes, 16 de diciembre de 2011

Dando candela

Candela siempre aparece en los grupos que me gustan. Lichis, Delinqüentes - Migué Benítez, El Puchero del Hortelano, El Desván del Duende... Todos se fijan en el haz luminoso y crujiente al que nos acerca la palabra Candela. Será por eso el nombre, será por eso que me gusta, será eso lo que tenemos en común, más que el Duende, más que el cobijo y la inmitidad de un acogedor Desván. Supongo que la candela es un buen lugar donde encontrarse, reunirse y reírnos hasta llorar.

Sea lo que sea, la compañía del Desván me vuelve a sorprender. Hace menos de una semana que escucho Besos de Cabra. Bueno, los primeros días sólo lo pude oir. Ahora, por fin, he realizado el ejercicio de escuchar, de saborear, de degustar e, incluso ya, de palmear de forma arrítmica siguiendo otro compás distinto con mis pies. Tenía ganas de tumbarme y oír el disco. Ha tenido que ser justo después de haber compartido con José las primeras impresiones, las sonoras, las melódicas, sin entrar en muchos detalles de los versos.

Si, es verdad, ya me he fijado en que este tercer disco tiene un acento más extremeño, más propio, más suyo, más Desván. Hay canciones que sólo con oirlas me invitan a conversar con ellos. Es como si me hablaran. Su poesía y su conversación inagotable. Este disco ya hace más compañía que el anterior, me saca una sonrisa diferente. Quizá no tenga el temazo, quizá no tenga una canción que destaca sobre las demás, pero es uniforme y es Desván del Duende al más puro estilo. Su alegría y algarabía, su jolgorio y su broma canalla, su humor ante lo serio, su compromiso a carcajadas.

Así, a primer oído, "Villacincos en mayo", "Pasta entre los dientes" y "Tú eres" me han llamado la atención, me han dado un chispazo. Bueno, he de aclarar, estas me han gustado de primeras dejando al margen "Delinqüentes y Poetas". Esta canción no es de este disco, esta canción es de siempre. Esa es mi sensación. Tengo la impresión -positiva- de haberla escuchado antes, pero no en plan Jarabe de Palo, de ¡oh, otra vez lo mismo!, sino de tenerla ya en mi cabeza. Yo creo que ellos la cantaron y yo ya la pensé en alguna taberna. O al revés. Da la sensación de haber estado ahí siempre, desde la primera vez que la escuchas. Quizá sea el eterno vínculo con Delinqüentes, con Matajare, con el Migué Benite poeta, letrista y delinqüente, con ese sentimiento garrapatero que nos ha permitido encontrarnos en pensamientos y sentimientos comunes.

Hecho el paréntesis obligado y necesario, reitero que esas 3 canciones me abrieron ojos y orejas de primera. Ahora empiezo a descubrir más el resto. El sabor añejo de "Que te daría yo" y, sobre todo, la fuerza, el empuje, la rabia y el corazón del temita compartido con el Puchero del Hortelano. En la primera escucha, me sorprendió gratamente la presencia del Puchero. Yo creo que me puse hasta nervioso. Si me tuvieran que pedir una lista de grupos y letristas que me pellizquen, con los que me identifique, que cuenten lo que siento y vivo, casi todos han compartido estudio y escenario con el Desván. Me falta Ismael Serrano, todo se andará. Quizá sea que el vallecano aún no sepa del calor de la candela. El temita del Puchero, poquito a poco, me va conquistando. No descarto que se pueda convertir en la favorita del disco. Pero eso es complicado, porque cada Beso de cabra tiene un sabor diferente, unos llegan antes y otros más tarde.

De momento, lo primero, gracias y enhorabuena. Se os echaba de menos en carretera.

3 comentarios:

José Manuel Díez dijo...

Gracias hermano. Vi CANDELA ayer en tus ojos y la vuelvo a sentir hoy en tus palabras.
Nos seguiremos cantando y contando muy pronto.
Fuerte abrazo!!

Miguel Vivas dijo...

Gracias maestro!! Besitos a las mozas, nos vemos en los escenarios. Un abrazo fuerte

Jorge Solana dijo...

Ay, Candelo !!! Qué alegría saber que todo está en su sitio, que todo sigue su curso, que sigues estando ahí, al otro lado de las letras y melodías...

Abrazos y feliz primera navidad para los 3 !!