jueves, 19 de marzo de 2015

Padre

Cuento los pasos que devoran mis entrañas
Cuento los pasos que contaste a solas

Deshago los pasos que recorren mis martes
Deshago los pasos que deshiciste a oscuras

Sigo las huellas que marcan mi destino
Sigo las huellas que dejaste en mi camino

Ando por tus mismos pasos
Piso tus mismas huellas
Persigo tus mismos sueños

Me miro, te reconozco
Te miro, me reconozco
Te quiero

Te pienso y te quiero
No sé si más como padre o como abuelo
El caso es que te quiero




viernes, 6 de marzo de 2015

No éramos ni jóvenes

Aún te recuerdo entrando en clase: decidida, confiada, con aquel 54 de tu camiseta sobredimensionado, con tu carpeta tratando de tapar tus encantos, un número que ha quedado en mi memoria. En verdad, no recuerdo -no me atrevería a afirmar- si esa fue la primera vez que te vi. No podría asegurar que era el primer día de clase, ni la primera vez que mis ojos te veían, sí fuera posiblemente la primera vez que mis ojos te miraban. Es mi primer recuerdo tuyo.

No éramos ni jóvenes.

Probablemente yo no llegaba ni a adolescente. 16 añitos (uno menos que tú), poca experiencia (ninguna), mucha timídez e ignorancia escondida (o camuflada) en humor absurdo que (vete tú a saber por qué) te llamó la atención (17 años después osaría a decir que hasta te gustó).

No éramos ni jóvenes cuando rellenábamos películas en blanco, cuando brindábamos y ya nos deseábamos.
Aún recuerdo tu mirada ardiente como el agua, tu gesto de complicidad y mi miedo enorme. Siempre has sido más valiente que yo (menos mal).

Hoy pienso que fueron muchas (demasiadas) las noches en las que nuestros labios bailaron por separado. Aún recuerdo mi gesto ofuscado (de frustración más bien) por no haberte encontrado, por no haberte interpuesto y acercado a mi abrazo, por no haber evitado algún beso desatinado que para ti tenía reservado. Aún recuerdo injustos enfados (tan míos, tan nuestros), aquel empujón (venga, vale, empujón no, fue una cobra en toda regla) y tanta confusión. Siempre has sido más impulsiva que yo (menos mal).

No éramos ni jóvenes cuando jugábamos a amarnos, cuando soñábamos con hijos (y perros llamados Chandler), cuando nos queríamos aunque aún no lo tuviéramos claro. Aún recuerdo cada risa tuya, cada converseación mientras (inconsciente) me enamoraba. Aún recuerdo cada letra apropiada para cada raya, cada canción escuchada. Tu espontaneidad, mi ingenuidad, tú siempre maestra, yo aprendiz de aprendiz. Aún me recuerdo (aún sigo) embriagado por tu esencia, capturado por tus venenos.

No éramos ni jóvenes cuando te comparaba con aquellas letras de Ismael Serrano, no éramos adultos cuando nos prometimos una vida cargada de sueños.

No sé ni lo que somos ahora que aún (y por siempre) nos amamos, aunque no tengamos tiempo ni para comernos a besos y a abrazos, que aún, como entonces cuando no éramos ni jóvenes, hay noches en las que busco tu mirada ardiente, hay demasiadas noches en las que nuestros labios bailan por separado, hay demasiadas veces en las que tengo enfados tontos (tan míos, tan nuestros).

Hoy sigues siendo más valiente y más impulsiva que yo (menos mal) y sigo teniendo esa sensación de que te debo caricias.... ¡Te debo tanto! ¡Me has dado (me das) tanto! Una hija y un hijo (los mejores que podríamos haber llegado a imaginar, lo mejor que podría haber llegado a soñar), cada día una nueva razón para ser mejor persona, para gritar menos, una mirada limpia para saber cómo ir mejorando,  un hogar para sofocar mi llanto, una voz para compansar mi canto, una respuesta descarada para que sepa todo lo que hago, una lección para mi ser inexperto, un amor para aplacar mis miedos, una certeza para mis inseguridades, una pizca de impulso para mis cobardías, una solución (un plan) para cada uno de mis grises sábados...

Hoy pienso en mañana... Volveremos a ser como entonces, cuando no éramos ni jóvenes. Saldremos de nuestras casas sólo para encontrarnos, nos pondremos nuestras mejores ropas sólo para gustarnos (sí, entonces las mías eran bastante mejorables), nos miraremos codiciosos, con ganas de quemarnos, piel con piel, labio con labio, nos cantaremos al oído canciones de Ismael Serrano, planearemos futuros y pasados sólo porque nos amamos, sólo porque nos deseamos, solos.

Gracias. Gracias por este regalo que ya dura más de 15 años.

http://www.ismaelserrano.es/la-llamada#eramos

miércoles, 4 de marzo de 2015

Conociendo propuestas

El pasado el lunes, Podemos presentó un nuevo programa de medidas a adoptar si gobiernan, en este caso el proyecto "Reorganizar el sistema de cuidados" (aquí el documento http://web-podemos.s3-eu-west-1.amazonaws.com/wordpress/wp-content/uploads/2015/03/podemos_igualdad_cuidados.pdf)
Desde entonces he leído varias críticas (algunas positivas, la mayoría negativas y en general infundadas y basadas en titulares y no en la lectura del propio documento).

Sí, tenemos un problema. Solemos formarnos una idea por el titular (ya sea de la noticia o de la medida) sin entrar demasiado en profundizar lo que allí se dice. Y ya de contrastar los fundamentos de nuestra propia opinión ni hablamos (es más, reconozco que los 26 primeros folios del documento -de contextualización de la situación- no los he leído, me he ido directamente a las medidas).

Las propuestas son varias: eliminar de la Ley de Dependencia los supuestos en los que la prestación de cuidados se desarrolle por el entorno familiar (es decir, que la ayuda al dependiente sea siempre desde los servicios públicos, empleando a una persona y no asignando esa tarea a una persona de la familia con todas las renuncias que eso suele suponer), equiparar a las empleadas de hogar con el resto de trabajadores (con derechos laborales plenos), igualar los permisos de maternidad y paternidad (por fin), que sean intransferibles y pagados al 100% (no voy a explicar nada. Leeros ese apartado en el folio 29 que coincide con lo que llevo defendiendo años, muchos años antes de ser padre. En la baja por maternidad/paternidad la discriminación positiva -oxímoron evidente- conlleva una mayor desigualdad. Sólo discrepo en el número de semanas, que a mi juicio debería elevarse de las 16 actuales que se le conceden a la madre), garantizar el acceso a una educación pública y gratuita desde los 0 años, las manidas 35 horas laborales (vieja lucha obrera, que sobra explicar) pero incidiendo en la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar (sí, pone textualmente eso de no vivir para trabajar, seguro que mucho entendéis que significa eso), y prestaciones universales por criatura y por familia monoparental.

Las críticas a las propuestas son variopintas pero tradicionales y se centran sobre todo (al menos lo que yo he leído) en este último punto (bueno, y también se rasga mucho la gente la vestiduras con lo de "guarderías" gratuitas). Por empezar con lo rápido, no se habla de guarderías, se habla de educación pública y gratuita desde los 0 años (lo que, en principio, ya debería estar garantizado). En España, la educación es obligatoria a partir de los 6 años, pero la escolarización (no obligatoria, pero parte implantada y asentada en nuestro modelo) comienza a los 3. La idea es empezar desde los 0, en las escuelas públicas que ya conocemos. Tan fácil como eso. Y luego que cada uno actúe como quiera, pero que desde el Estado se asegure la educación pública y gratuita desde los 0 años es una demanda (una promesa, incluso) que viene ya de lejos. Y en la actualidad, muchas son las familias que (por decisión propia o por necesidad) recurren a centros de educación infantil desde el final -o incluso antes- de la baja maternal.

Lo otro que también ha impactado mucho, sobre todo en la izquierda, es que las prestaciones por criaturas (hijo o hija) sean universales y no dependan de la renta. Vaya por delante que no estoy de acuerdo, creo que sí habría que establecer unos rangos que traten de esquivar los problemas con los que tradicionalmente se ha topado este tipo de ayudas y no universalizarlas, pero no nos volvamos loco ni confundamos
1- No es el cheque-bebé de Zapatero.
Y 2. La univeresalización de estas ayudas ya existe. Tener hijos desgrava.
Lo que pretende la medida (oye, que la podemos debatir y presentar enmienda, que además Podemos asegura que es cosa de todos) es cambiar el cómo, no el qué. El qué ya existe (vamos, como

Y la otra crítica, la, más usual es esa de "Sí, sí, todo esto está muy bonito pero ¿de dónde va a salir el dinero?" Pues señores, en eso consiste la tarea del político y el gobierno, conseguir los fondos a través de impuestos y redistribuirlos asegurando que se cumple o accede a aquello que es prioritario. No voy a meter en eso tan usado de gravar más a las rentas altas, acabar con las economías sumergidas, los paraísos fiscales y otros clásicos... Voy a ir por otro lado, por el de (sea como sea que consigamos ese dinero) qué hacemos con los presupuestos y aquí la diferencia (y esto suele ser o por intereses o por ideología) la diferencia es a qué le damos prioridad.

Un ejemplo muy facilito:

Llevamos 8 años de crisis, con recortes, congelaciones salariales, disminución de sueldos, subidas de impuestos, etc.. El problema de las medidas no ha estado en las medidas en sí (que también, por sobre quien han recaído y sobre quien no), el problema ha estado en su finalidad: ese dinero (y los recortes en materias básicas como educación, sanidad, dependencia y pensiones) se ha destinado a rescatar a la banca y a pagar la deuda en vez de rescatar a las personas y mejorar los servicios públicos y sociales  (educación, sanidad, dependencia y pensiones). Personalmente, hubiera aprobado todas las medidas sobre mi salario y mis impuestos si estos se hubieran destinado a generar empleo y erradicar la desigualdad y la pobreza.

Pero ha ocurrido todo lo contrario.