lunes, 25 de febrero de 2019

37

Recibo mensajes de mi banco,
de mi compañía de teléfono,
de una franquicia de ropa
y otros regalos que no usaré jamás.
Recibo una foto con un plan,
viejas canciones, el desayuno
Y tú en la cama
Hay en mi nevera dos dibujos nuevos
Y guardo un sobre con dos euros
Ya conozco el regalo perfecto
Recibo algún mensaje que me hace sonreír
Un vídeo que agranda el alma y la familia
Hay una niña más por la que soñar
Y crear justicia
Las palabras de alguien que, quizá como yo,
espera el día y la excusa para preguntar qué tal
Gente que me quiere y se acuerda
Gente que me quiere, y se olvida
O que no tiene tiempo
Un día perfecto, entre chocolate y nata helada
Y mermelada
Algo de jamón y saltarse el plan
Siempre me gustó el arroz a la cubana.
Candela baila “La llamada”, Mateo quiere tarta,
Mario corre y ama
Tú sonríes, suena el timbre
Me gustan esos días en los que la mesa se llena
Y nos faltan sillas
La ciudad camina, la radio olvida mis canciones
El mundo tiene prisa
Y yo espero el desastre
He llegado tarde a comer, he olvidado las llaves
Desparramo el café y silencio el móvil
No veo los deportes, nadie habla de los deportes que veo
Hoy no estoy solo
Confío en esa gente a la que no le hace falta
decirme que me quiere.
Yo siento lo mismo
Y me da vergüenza no decírtelo
Me duelen la espalda y las piernas
Achaques de la edad y pañuelos
Picor de garganta y pañuelos,
muchos pañuelos
Este sol de febrero, la manga larga y el cambio climático.
Soy, a mi manera, feliz.

No hay comentarios: