Ya está.
Paredes pintadas, baño nuevo, tarima color nogal, halógenos en el techo... ¿quieres ver mi piso?
Yo lo veré después que tú, pero bueno, puedes entrar y darte una vuelta.
Coge esa curva, lleva a nuestra habitación.
Entra en la cocina y habla con el frigorífico.
Pasar por el salón, y no des la luz.
Entra al baño y no bajes la tapa, ni salpiques si te duchas.
¿Quieres ver mi piso? Yo lo estoy deseando.
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1 comentario:
Hermano, quiero verlo pero quiero que me lo enseñes tú. Si esta semana voy, si es necesario, a forrar las estanterías o a llevar alguna de las cosas que tengo en mi trastero te juro que cerraré los ojos porque quiero verlo contigo. Quiero ver como se llenan tus ojos de CASA...
¿ves que palabra más bonita? CASA. Mucho más que piso. Porque esa va a ser vuestra casa. Y casa es todo, no solo una estructura arquitectónica. Casa es tu rincón, el sillón en el que vas a ver crecer tus sueños, el calor de unas mantas, y de unos abrazos, el agua repiqueteando tras los cristales, Patricia, saber que Raul y Raquel están tras una pared, unos huevos fritos para una cena improvisada, una canción que os hace bailar en el salón sobre la tarima de color nogal y hasta la pelusa que se arremolina debajo de la cama y no quiere salir.
Eso es casa y yo, quiero verla contigo.
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