sábado, 6 de septiembre de 2008

MEME-Z

El amigo José me invita a mirar a mis rutinas y contar 6 pequeñas cosas que me hacen sentir feliz cada día. Vaya por delante que esas memeces, esas pequeñas cosas, son las que nos diferencias. Pequeños gestos que definen una vida mucho más allá que los grandes logros.

1- Me hace feliz desayunar con tranquilidad. Disfrutar de un café caliente, con un donut o un una napolitana de chocolate, sentado en el sillón, con Patricia al lado compartiendo las primeras tonterías de la mañana y comentando las primeras sandeces de la televisión.

2- Me hace feliz que Carlota (esto evidentemente no ocurre a diario, pero sí cada día que he pasado con ella) me coja la mano para que la lleve a cualquier lado y con un gesto de exigencia me pida que le ponga otra vez el ranchito.

3- Me hace feliz poner un cd y escuchar esa canción que necesito en ese momento, con la que me identifico en ese día.

4- Me hace feliz reír con mis amigos y amigas. Contar chistes estúpidos, usar humor cuartelario y reírnos con auténticas burradas.

5- Me hace feliz que Patricia me acaricie la nunca y la cabeza cuando lo necesito pero sin que se lo pida.

6- Me hace feliz pensar en el día de mi boda y pensar que todos mis amigos (TODOS, José, TODOS), y familiares van a estar allí.

7- Me hace feliz saltarme reglas y ser tan pesado que hago más de lo que me piden, jaja.

Deben buscar en su felicidad cotidiana Patricia, Mamen, Javi, las dos Noelias y Carlos, es decir, mis contactos con blog.

Y añado una reflexión de felicidades e infelicidades:
La infelicidad de tener lo que quieres, pero no querer lo que necesitas.
La infelicidad de tener lo que necesitas, pero no necesitar lo que quieres.
La felicidad de tener lo que quieres, sin necesitar quererlo.

viernes, 5 de septiembre de 2008

MUY SERIOS

Pienso, y son asuntos serios, lo poquito que nos queda si perdemos el respeto. Siento, y a veces me averguenzo, por todos los que les falta, los que no lo conocieron.

Miento, si digo ahí soy perfecto,son abruptos los senderos que conducen a mis adentros.

Pero llevo para darte lo que para mi deseo, el beneficio de la duda, las maneras, los recreos,la sonrisa mañanera, los perdona, los te quiero,las miradas transparentes, los abrazos, los pañuelos.

Veo, aunque no quiera lo veo, mala leche gratuita, veo mentira veo desprecio,y poco arte en las maneras y en las formas,veo el acoso hacia el más débil y eso es lo que mas me colma.

(El puchero del Hortelano)

jueves, 4 de septiembre de 2008

Next stop: Extremadura en Juego

Terminaron las vacaciones. Vuelta a la rutina, a nuevas rutinas. Vuelta a los proyectos, a nuevos proyectos, al domingo de fútbol, al marcador de La Bombomera, a las ilusiones del Cáceres, a entrevistas rápidas, a la fe en los ascensos. Vuelta al desayuno del viernes, aunque pocos desayunos, a la charla rápida, a la comida entre compañeros. Vuelta a casa, a mi casa, a nuestra casa.

Vuelta tras un agosto intenso, caluroso y vivo. Vivo desde el primer día, desde un 1 de agosto con concierto y duende. Y un día 2 en el que se juntan amigos, en el que compartes cañas con lo importante de aquí y allí, en el que ves a la gente que quieres y disfrutas cada segundo, desde el primer aperitivo hasta la última copa que se ahoga en una botella de agua que evita resacas.

El agua revitaliza. La segunda parada, en Valdastillas, te renueva, se lleva por delante a modo de piscina natural el cansancio de un fin de semana repleto de emociones, que te deja alguna sorpresa guardada en el pregón de un placentino con corazón de segedano, o un segedano con parte de su corazón bañado por el Jerte. Al fin y al cabo, un recorrido por un Martes Mayor que prende las calles de color, de mercaderes y de ambiente, de fiesta y de pinchos, de corazones contentos y miradas alegres que buscan en el calor de la tarde el respiro que da la sombra de un vestido corto.

Miércoles que separa la semana y las vacaciones. Tercera parada: Torremolinos. Playa, recuerdos de un vídeo, olas que mantienen un compromiso, familia que te compromete y una niña que te enamora. Aún no sé ni entiendo por qué ni cómo. Una sonrisa, una mirada, un mano que te agarra el corazón, te lo estripa y te hace echar de menos un gesto, egoísta, de súplica para mantener tu atención.

Sin Carlota, Málaga se convertió en el siguiente destino. Feria inolvidable, como siempre, por esos detalles. Por la gente amable que te encuentras en el camino y que te devuelve en forma de fotografías los recuerdos de la primera noche. En medio, un Bisbal apático, un taxi que no llega y una carrera hasta un italiano. Mañana te llamo y quedamos, Antonio. Y sin quedar te encuentras, en medio de sonido de ambulancias y policías que van a la playa. 2 estruendos, un susto más y tarde de charlas entre compañeros, primos y familia. La celebración de 39 años juntos no se trunca pese a que unos idiotas se empeñen en alterar nuestras vidas.

La quinta estación nos sorprendió a todos. Un auditorio repleto, una cantante encantadora y una voz que eriza la piel. La música acompaña, el ritmo no para y el desgarro termina en un concierto menor en el que una garganta te contagia sus emociones.

Y para terminar, más momentos familiares, primeros instantes de intimidad, su mirada otra vez pidiendo el ranchito, la emoción del baloncesto, la felicidad por una plata que brillaba como el oro, un regreso con la radio puesta, para volver a una nueva realidad. Mientras te ubicas, cortinas, mesas, vídeos repescados y pequeños detalles te dan la bienvenida a tu nueva vida.

Nex Stop: Extremadura en Juego.