Disfrutar de una charla pendiente desde hace años tirado en una manta enredades en el olor de la naturaleza.
Recordar el pasado, la infancia, las risas y los castigos con el agua de testigo y la noche de agosto de sinfonía.
Un domingo en familia.
Las miradas de deseos.
Los te quiero silenciados y silenciosos.
Recuperar el tiempo de amigos que siempre están ahí, aunque no estén.
La serenidad de una sonrisa renacida en los brazos de un buen amigo.
La paz bajo las estrellas.
Las charlas que no deben tener fin.
Escuchar a tus hermanos, sean o no de la familia.
Ver reír a la gente que quieres...
lunes, 24 de agosto de 2009
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5 comentarios:
Ni tiene precio ni se lo vamos a poner a esta altura...
Lo mejor de la vida es gratis. Lo que más vale es lo que menos cuesta.
Un fuerte abrazo Iván. ¡Nos vemos pronto!
Por cierto, son las 5 de la madrugada... y algunos no tenemos nada mejor que hacer que escribir poesía y ver fotos de boda con ojos de nostalgia...
Añado: "dan ganas de casarse!. jajaj
pero ¡qué pobres éramos!
¡ME QUEDO EN PLASENCIA!
ESO SI QUE NO TIENE PRECIO, YUPIII
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