miércoles, 20 de abril de 2011

No hago otra cosa que pensar en ti

No hago otra cosa que pensar en ti, en tu gesto dulce, en tu mirada atenta, en tus ojos fijándose en mi cara, en mi torpeza, en mis rizos desbaratando cualquier plan de peinado. No hago otra cosa que añorar tu risa, tus labios seduciendo mi sentido del humor, tu boca pidiéndome a gritos un beso, silenciando mis deseos, mis ansias por recorrer cada rincón de tu cuerpo, por acariciar la curva de tu espalda, por dormir allí mis penas, por despertar en tu aroma.

No hago otra cosa que pensar en ti, en tu suspiro disfrutando el olor de cada nueva mañana, fresca y soleada, con color de primavera, con sabor a helado de frío invierno, con el tacto de una hoja que se cae y se posa lentamente en nuestras sábadas, con el sonar de un noche de verano en las calles de un pueblo abatido por la calor, asombrado por las charlas de mujeres sabias que alumbraron el mundo a la luz de una luna sentada en una silla artesana.

No hago otra cosa que pensar en ti, en tu rutina, en tus manos pequeñas ofreciendome amor, en tus pies buscando cobijo y calor, en tu silueta apoyada en el sofá, en la curva de tu panza albergando paz, patadas y un futuro más feliz. Retumba en mi cabeza tu carcaja por mi última tontería, me ciega la luz de tu vida, candela brillando en una pupila que late, rápida y vertiginosa.

Ando y tarareo los últimos versos de aquella canción estúpida que inventamos, me pongo nervioso si me piensas, lloro otoños si tu voz me despierta lejana, distinta, mecanizada, si tu sonrisa la tengo que adivinar a kilómetros de distancia, si tu pelo no huele a azahar, si el azar me esquiva, si mi cocina no sabe a las torrijas que planeamos cocinar entre carantoñas robadas, si mi casa esconde voces en paredes calladas, huecas.

No hago otra cosa que pensar en ti, bajita y pizpireta, pieza imprescindible de este castillo de arena sin príncipes ni princesas, sin ranas ni besos, sin sangre ni azules, bañada de gris en esta tarde lluviosa en la que no veo tu cuerpo tendido en la playa. No hago otra cosa que pensar en ti.

2 comentarios:

Jorge Solana dijo...

Sí señor, precioso... Abrazos, pizpireto !

Patricia dijo...

Nunca más mi amor, no te vuelvo a dejar solito nunca más!!!!!