lunes, 28 de febrero de 2011

Nos miramos desde la distancia, en la oscuridad. Nos sentimos sólo por el aliento, por la respiración entrecortada, por las ganas y el deseo escondidos en el labio que mis dientes apretaban con pasión.

En el silencia escuché tu grito callado, sesgado. Oí tu voz llamándome en este desierto, bebí de tu sed, comiste mi hambre, saltamos al precipio de nuestras ansias, caímos presos de un amor sin fondo, sin fin, sin más.

Compartimos la vida, nos regalamos lo más preciado, vivimos lo nunca soñado, lo jamás imaginado. Planeamos juntos, viajamos a islas desiertas, no descubiertas. Pintamos mapas con playas nunca vistas. De sus arenas montamos castillos que el aire no derriba, que las olas sólo refrescan, que el mundo envidia, admira y observa atónito.

Vivimos al día, crecemos entre sábanas, susurros, secretos, suspiros y gemidos. Lloramos de alegría, reímos cada pena, disfrutamos en soledad y en compañía. Me quiere tu sonrisa, amo tu estela, ansío tus curvas, tu pronunciada curva. Descontamos hojas, tachamos fechas y miramos a un futuro con luz, alumbrado por el fuego de una vida que nació hace más de 10 años, fraguado entre siglos de conversaciones, de peleas y reconciliaciones.

Amo cada parte de tus días.

martes, 22 de febrero de 2011

Candela

Aún no te conozco y ya te quiero. Aún no te he tocado y ya te siento.

Te he imaginado miles de veces, he sentido tu piel rozando mis dedos, tu cara acariciendo mis manos, tus coletas jugando en mis canas, tu voz despertando mi sueño, tus pies sintiendo mi suelo, tu sonrisa en medio de tanta oscuridad, tus ojos alumbrando este mar de dudas mío. He visto tu nombre en la puerta, tu ropa doblada en el armario, tu paz, tu silencio, tus gritos acabando con tanto ruido, tus llantos mojando mi desierto.

Todo tiene sentido. Te mueves, ya bailas, ya coquetas, ya sonríes y me conquistas, ya eres esa niña presumida que enloquece mi cordura, que desata mi locura, que me envuelve, me embriaga, me marea, me hipnotiza, que eclipsa la luna en la que duermo.

Dejará de haber horrores y dictadores, dejaremos de sentir dolor, pena y lástima. Seremos nuevos, seremos buenos. Seremos iguales, distintos, pero mejores, porque ya te lo mereces.

Olvidaremos las injusticias, las enterraremos, como a las armas, como a los destellos de metralla en el cielo. Todo lo destruiremos. Así despertaremos en cada amanecer con una nueva alegría, con un nuevo juego, con un nuevo sol que alumbre sombras, que seque lágrimas, que ilumine el mundo, mi vértigo. Te enseñaré a vivir, a disfrutar, a reír a carcajadas, a boca llena, a llenar de cantos a viva voz para olvidar las penas, a saltar sobre charcos, a crepitar versos, a lanzarte sobre mullidas nubes de felicidad construida a tu lado.

Correremos por las calles, beberemos ríos, respiraremos el azul del mar, colorearemos de verde los prados, sentiremos el calor del fuego, nos quemarems de amor, nos refrescaremos en cada gota de rocío, romperemos cada ola, nunca diremos adiós, siempre hasta mañana. Porque mañana hoy y hoy es siempre y siempre estaré a tu lado.

Ya no habrá más días oscuros, siempre habrá una Candela que los dé luz.

¿Mario o Candela?

En nada le veremos la cara, le pondremos nombre, le conoceremos mejor. En nada sabremos cómo se mueve, cómo come, cómo late su corazón.

¿Mario o Candela¿ Qué más da. Cualquiera de los dos nos dará luz.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Febrero

Respiramos libertad, sueños, dudas y verbos. Saltamos al abismo de la naturaleza, a la carne por la carne, al amor a la verdad, la verdad que se muestra en tus ojos, en mis ojos, en nuestros ojos. La verdad que se nos desvela a pequeños sorbos, que nos cala la piel, que nos penetra los huesos, que nos divierte entre risas, retos y fuegos. A la lumbre de las ideas, a la hoguera de nuestras certezas, al calor del carbón que alimenta nuestros sueños. Nuevos planes crepitando en un aire más puro, perdido entre las nubes bajas de un febrero distinto, en el que el sol se pierde en el brillo inocente de unos ojos cándidos como candelas.

No sabemos si Mario o si Candela. Es lo de menos. El mar de incógnitasse secará en una semana, oceános de ilusiones que crecen en cada tormenta, con cada rayo, con cada crujir de lagos celestes. Gonzalo y Alejandro como estrellas, la pureza de un beso nuevo, la belleza de la inocencia, la paz más sincera, más real, más tranquila, más pura, más dura. Aprender de ella, respirarla como si fuera vida, beberla como si fuera vino, saborearla como una fruta de verano, como sólo se saborea un fin de semana entre luces y grises, entre discursos y reyes, entre café recién hecho aromatizando un salón, calentando una chimenea, dulcificando una siesta tierna como un bizcocho. Juegos reunidos, poesía, canciones, calma, recuerdos. Un equipo de fútbol, 11 pensamientos, 11 abrazos, 11 días distintos entre un viernes y un domingo, 11 goles, 11 patadas, 11 gritos, 11 perdones, 11 esperanzas de volver a repetir de cada año.

11 de febrero de 2011.

martes, 8 de febrero de 2011

Maldigo y preguntas
por qué frunzo el ceño,
por qué las auroras
me dejan el pecho
lleno de agujeros.
Quizá sea la noche, abriéndose
como una terrible flor.
Quizá sea el maldito telediario
o una mujer sin su voz
a la que acorrala el miedo.
O el silencio atronador,
un febril planeta
entre fuegos y tormentas,
un niño cortando palma
en una oscura selva,
la cola del paro, el fin de mes,
tu ausencia, todo lo que no haré.

Maldigo y me dices
basta de lamentos.
Disculpa, te digo,
quizá sea el sueño,
la falta de sueños.
Será que la casa, sin ella,
no es una casa, es un erial,
y mi voz sin su voz,
arañazo en el cristal,
o la carta de un hombre
que echa de menos su hogar.
Quizá alguna despedida,
los recuerdos, sus heridas,
Gaza golpeada,
humo y llanto en sus cenizas.
Será el mundo alumbrando horrores
y yo sólo ofrezco maldiciones

Preguntas - Ismael Serrano "Acuérdate de vivir"