domingo, 14 de abril de 2013

Perdón

Te pido perdón. Sé que no lo tengo, sé que no le necesito, pero te pido perdón.
Te pido perdón por no estar, por no saber estar, por no ir, por quedarme en la distancia, por mi miedo. Quiero ir a verte, pero no puedo, no me atrevo a mirarte a los ojos y no ver en esa inmensidad la profundidad de tus pensamientos... O verla y no saber compartirla. O compartirla y no saber apreciarla. Temo no encontrarte, no reconocerte. Temo no saber ver que sigue ahí esa rabia roja, esa revolución contenida, esa vida cargada de arrugas y heridas, esa jaula de puertas abiertas con pájaras cantando a la libertad, volando sin alas ni techos buscando un cielo más azul, un fuego más caliente, un vino más con el que brindar.

Te pido perdón. Ni lo tengo y, contigo, no lo necesito, pero te pido perdón por no saber estar como debería estar, por no ir a verte, por sólo esperarte y, cuando tú llegues, retomar lo que te debo.


No hay comentarios: