lunes, 23 de marzo de 2009

Penélope Cruz

No sé si es por ser guapa, no sé si es por ser española, no sé si es por sus inicios en el cine hollywoodiense o porque sus papeles protagonistas no son como los demás, pero el caso es que Penélope Cruz no tiene el reconocimiento del público que su labor se merece y sus compañeros la profesan.

Penélope ha ganado un Óscar y con todo merecimiento. Puede ser que su papel en "Vicky, Cristina, Barcelona" no sea el mejor que haya hecho (discrepo en este sentir, y en seguida lo explico), pero "Pe" merecía el Óscar desde "No te muevas", le dejaron el pagará en "Volver" y lo ha cobrado con Woody Allen. Por cierto, digan lo que digan, la película de Allen es divertida al más puro estilo del director en sus últimas cintas (La maldición del escorpión de jade, Un final made in Hollywood -película a la que hace un guiño "Los abrazos rotos", Match Point, Melinda y Melinda o Scoop).

Lo dicho, Penélope Cruz ha ganado con merecimiento el Óscar. Ya lo pensaba, ya lo sabía, pero su frescura, su grandeza sobre la gran pantalla, ante la cámara me quedó más clara el sábado al ver la última película de Almodovar. Seguramente "Pe" pierda en un duelo de primeros planos contenidos y llenos de sentimiento y pasión con Kate Winslet (vease la escena del enfrentamiento entre el loco y Di Caprio en Revolutinary Road) pero Penélope es la única que llena la pantalla en planos medios y generales con su simple gesto. Es única como actriz de reparto, para saber mantenerse como actriz en un segundo plano, donde el gesto no se aprecia, donde la atención la centran otros protagonistas. Ahí, Penélope está colosal. Sigue actuando, sigue siendo su personaje, sigue mantieniendo el gesto apropiado.

Además, como actriz principal es más que correcta, divina y enamora, algo que vuelve a hacer en "Los Abrazos rotos" donde su misión de actriz principal es conquistar al espectador con su sonrisa, su ilusión, y su papel de actriz de reparto es mantener la crudeza de su personaje en la encrucijada de sentimientos. Ahí es donde brilla más si cabe en sus últimas películas (vease la escena de Vicky... en la que Scarlet Johanson decide separarse del personaje de Bardem y María Elena, porque Penélope nunca deja de ser María Elena o la última secuencia de "Los abrazos rotos", junto a Carmen Machi).

Estos son mis argumentos, espero que me haya explicado bien. Enhorabuena, Penélope, poco a poco he ido recordando por qué me gustabas como actriz y, poco a poco, el tiempo ha dado la razón a locos como José Carlos Reina o yo.

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