miércoles, 25 de marzo de 2009

Papá

Francisco, Kiko, Paco, Niño. Papá. 4 nombres, y muchos más, una persona, una imagen: una mirada cansada por horas de trabajo, por horas de viaje. Una maleta en la puerta, que deshacer hoy para rehacer mañana. 44 años en la obra, en la carretera, en la distancia. No buscaba Eldorado, sólo un sueño: mantener a una familia. Viajes en tren, kilómetros al volante, llegadas nocturnas y una educación a distancia.

Se desvive para que vivamos y ahora nos mira, ya grandes. No nos ha visto crecer, y ahora para con la idea de hacer de padre de sus nietos. Ve los frutos de un árbol que a penas podía regar, pero cuya tierra labraba todas las semanas. Tendrá mil defectos, habrá cometido millones de errores, pero su mirada, esas pupilas brillantes, esa emoción que transmite, esa sonrisa escondida en el bosque de su barba siempre transmite paz, felicidad, el amor que nos ha dado los fines de semana, que nos prometía y cuidaba de lunes a viernes.

Ahora (hace tiempo que lo hago) me doy cuenta de lo mucho que le echo de menos.

Ahora que vuelve, que el tiempo que construyó se detiene para él, que el reloj de arena que ha ido llenando con una gran grua, con sus grandes manos, derrama sus granos encima de su tranquilidad, de su descanso.

Ahora que puede disfrutar soy yo el que está lejos, el que volverá los viernes para verle.

Mi madre, mientras, seguirá esperando la llamada del que está en la distancia, la llegada del que conduce con la compañía de la luna.

lunes, 23 de marzo de 2009

Penélope Cruz

No sé si es por ser guapa, no sé si es por ser española, no sé si es por sus inicios en el cine hollywoodiense o porque sus papeles protagonistas no son como los demás, pero el caso es que Penélope Cruz no tiene el reconocimiento del público que su labor se merece y sus compañeros la profesan.

Penélope ha ganado un Óscar y con todo merecimiento. Puede ser que su papel en "Vicky, Cristina, Barcelona" no sea el mejor que haya hecho (discrepo en este sentir, y en seguida lo explico), pero "Pe" merecía el Óscar desde "No te muevas", le dejaron el pagará en "Volver" y lo ha cobrado con Woody Allen. Por cierto, digan lo que digan, la película de Allen es divertida al más puro estilo del director en sus últimas cintas (La maldición del escorpión de jade, Un final made in Hollywood -película a la que hace un guiño "Los abrazos rotos", Match Point, Melinda y Melinda o Scoop).

Lo dicho, Penélope Cruz ha ganado con merecimiento el Óscar. Ya lo pensaba, ya lo sabía, pero su frescura, su grandeza sobre la gran pantalla, ante la cámara me quedó más clara el sábado al ver la última película de Almodovar. Seguramente "Pe" pierda en un duelo de primeros planos contenidos y llenos de sentimiento y pasión con Kate Winslet (vease la escena del enfrentamiento entre el loco y Di Caprio en Revolutinary Road) pero Penélope es la única que llena la pantalla en planos medios y generales con su simple gesto. Es única como actriz de reparto, para saber mantenerse como actriz en un segundo plano, donde el gesto no se aprecia, donde la atención la centran otros protagonistas. Ahí, Penélope está colosal. Sigue actuando, sigue siendo su personaje, sigue mantieniendo el gesto apropiado.

Además, como actriz principal es más que correcta, divina y enamora, algo que vuelve a hacer en "Los Abrazos rotos" donde su misión de actriz principal es conquistar al espectador con su sonrisa, su ilusión, y su papel de actriz de reparto es mantener la crudeza de su personaje en la encrucijada de sentimientos. Ahí es donde brilla más si cabe en sus últimas películas (vease la escena de Vicky... en la que Scarlet Johanson decide separarse del personaje de Bardem y María Elena, porque Penélope nunca deja de ser María Elena o la última secuencia de "Los abrazos rotos", junto a Carmen Machi).

Estos son mis argumentos, espero que me haya explicado bien. Enhorabuena, Penélope, poco a poco he ido recordando por qué me gustabas como actriz y, poco a poco, el tiempo ha dado la razón a locos como José Carlos Reina o yo.

martes, 17 de marzo de 2009

Primavera

Los ombligos saludan a la primavera, los hombros sonríen al sol, las minifaldas dan libertad a las piernas y a la imaginación, la música invade las cornisas, los pechos se asoman al quicio de las blusas, las nubes se van de vacaciones y los rayos se cuelan por la ventana y dejan sin color las camisetas de tirantes. Llega la primavera, el calorcito, el olor a hierba con el viento del Jerte, el aroma de la alergia entre las ramas de los cerezos y alcornoques, llegan los ríos de vida por la calle, el agua en los floreros, las flores en el pelo y el pelo entre los ojos.

Hace un buen día, aunque sólo lo vea por la ventana y parado, perplejo, recuerde como le dimos la bienvenida a la orilla de un río, al son de las brasas, al calor de la compañía de 12 apóstoles y algún mocito feliz por la inquietud de la carta más alta y la tensión de algún inocente asesino suelto que miente ante la atenta mirada de un polícia sin pistola.

Gracias.

viernes, 13 de marzo de 2009

Terapia no sporto: No soporto no tener tiempo para enumerar las cosas que no soporto.

1. No soporto no ver a diario a Patricia.
2. No soporto despertarme y que me metan prisa para hacer mil historias, mi hablen sin parar y mi ordenen. No soporto que no halla café (gracias mamen por el regalo de reyes, me dá la vida) No soporto tener que preparar un cacao del carajo para hacerme unas tostadas. Vamos, básicamente no soporto despertarme y empezar a trabajar como si llevara 2 horas despierto.
3. No soporto calentarme un café o un cola-cao y que quede la taza - vaso esté ardiendo pero el contenido esté ligeramente frío. Soy especialmente sensible con la bebida, pero lo mismo me ocurre con un plato de comida.
4. No soporto tener que esperar.
5. No soporto levantarme los domingos a las ocho de la mañana ¡qué es domingo, cojones! y qué encima no me lo paguen porque levantarte un domingo a las ocho para algunos (precisamente para quienes no lo hacen) es igual que levantarte un lunes.
6. No soporto a los políticos, ni a los que dan las noticias y se enredan en disputas personales y gilipolleces. No soporto la avaricia, el egoísmo y la prepotencia. Que la gente se crea más que nadie porque tenga un trabajo determinado, una remuneración concreta, un pasado familiar o, símplemente, porque sí.
7. No soporto la informalidad de algunas personas ni la falta de compromiso.
8. No soporto que la gente piense que una persona tiene más problemas porque se queja más ni que crean que quien más habla lleva la voz cantante.
9. No soporto que la gente se queje y queje y nunca se pare a pensar las muchas razones que tiene para ser feliz. No soporto que la gente no se pare a pensar.
10. No soporto en lo que se ha convertido Telecinco y estar en casa y no tener nada que ver en la televisión porque es una mierda.
11. No soporto que ropa de mi talla me quede mal porque se pega, o las mangas son raras, o el bajo del jersey hace campana o vete tú a saber qué
12. No soporto irme al campo con mis amigos y tener que volverme pronto.
13. No soporto el Carrefour.
14. No soporto que se denigre al trabajador, se le explote y, encima, se le amenace.
15. No soporto tener que poner un número concreto de cosas que no soporto.
15. No soporto que me manden callar, ni que se lo hagan a otros en forma de amenaza.
15. No soporto que la gente piense que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, o que son delincuentes o sucios o peores que nosotros ¿pero tú quien coño te has creído?
15. No soporto ver películas en las que salen padres adoptivos que no quieren a sus hijos porque eso es simplemente mentira y la mentira, no la soporto.
15. No soporto que me hagan la rosca y, por detrás ¡zasca!
15. No soporto el Facebook, ni el messenger ni ninguna forma de comunicación que no sea el bis a bis.
15. No soporto que no haya agua fría en la nevera.
15. No soporto el desorden.
15. No soporto el día de mi cumpleaños (por eso de tener que hablar mucho por teléfono). No soporto que a la gente no le guste cumplir años (peor es si no los cumples. Tienes la edad que tienes y eso es muy bonito
15. No soporto que no pongan deporte femenino en la televisión y que el día 8 de marzo se acuerden de la mujer y el 9 si te he visto no me acuerdo, guapa.
15. No soporto que la gente esté por estar.
15. No soporto ir a las tiendas y que me pregunten, o ir a cualquier sitio y tener que hablar con el tendero, con el de la ITV, con maroto y el de la moto.
15. No soporto que me pregunten por mí y mis cosas (la boda, por ejemplo)
15. No soporto que se acabe la batería del ordenador o del móvil. Ni que se me acabe la gasolina
15. No soporto que pierda el Plasencia de baloncesto.
15. No sopoto a la gente que piensa que si no dices lo que ellos creen es que no eres objetivo ¡tonto!
15. No soporto la música a todo trapo en un coche ni las luces antinieblas con el cielo completamente despejado. Ni el ruido de las motos.
15. No soporto que para un puto día que echo la siesta me despierte el telefonito.
15. No soporto llevar un huevo de tiempo sin jugar a la play.
15. No soporto llevar un huevo de tiempo sin pasear por mi Plasencia ni poder tomarme una caña en el Cáparra.
15. No soporto no soportar tantas cosas y que, además, algunas se me queden en el tintero.

lunes, 2 de marzo de 2009

Huy, huy, huy

Hoy he escrito los votos de la boda. No era mi intención, quería hacer una entrada por mi cumpleaños, (otro más en la distancia) pero poco a poco ha salido mi lado más emotivo y, de repente, ¡tenía escrito los votos! Entre los secretos que se pueden revelar, que me he emocionado. Todavía no están terminados. Bueno, están terminados pero pendientes de mejora a realizar cuando pase un tiempo prudencial. De lo escrito, no desvelo detalles, de mi último cumpleaños de soltero, podéis informaros en nuestra página pre-boda.