martes, 30 de agosto de 2011

Candela

Duerme tranquila, con los puños cerrados, estirada, haciéndonos ver lo mucho que ha crecido su pequeño cuerpo. Respira paz, calma, tranquilidad. Sueña con mis brazos, con los de Patricia, se asusta y cae al vacío, en mi pecho relaja su miedo. No hay preocupación, ni obligación, ni temores, ni presiones. Hay silencio o llanto, hay hambre, de comer y de aprender. Hay ojos abiertos que te miran fijamente, hay una mirada dulce, una sonrisa única, hay una nueva vida, una luz en mi niña Candela

Te acaricia suave, casi sin querer, te eriza la piel, te enamora. La miro y lloro, o quiero llorar, la miro y sueño con ella, con su futuro, con el nuestro. Pies descalzos para tocar arenas, para sentir los mares que recorren nuestro sentimientos, a flor de piel, su piel de pétalos, su aroma a jazmín y rosa blanca, su boca de fruta dulce. La miro y pienso, la miro y sueño, la miro y lloro, la miro y quiero, la quiero. Es el mundo que quiero, es el mundo que anhelo. Es la vida a su lado, sin dueños, sin temores, con miedo. Miedo en cada quejido, ahogado en cada llanto, adorando cada ruido, cada suspiro, cada uno de sus lados, de sus parecidos, tanto el Herrero como el Calvo.

Es un nuevo amor, que aparece nuevo, distinto, fuerte, espontáneo. Es una nueva esperanza, que llega al mundo para acabar con tanta rabia, dolor, intolerancia. Es una nueva vida que crece a mi lado, en mi regazo. Es Candela Herrero Calvo

1 comentario:

Jorge Solana dijo...

Candela Herrero Calvo... Buenos, papis te llevas !!
Besitos para los 3 !!