martes, 2 de agosto de 2011

¿Hemos llegado ya? ¿Cuánto queda?

Llevo las últimas semanas canturreando, ya no me apetece. Y es que no hay ninguna canción que cuente lo que siento. No la encuentro. Hay canciones de amor, de desamor, de admiración, de padres a hijos, de hijas a madres, de hermanos, de alabanza, de sueños cumplidos, de cumplidos por soñar, de recién nacidos, de vidas que acaban de comenzar, pero nadie me había cantado y contado el sentir de los días previos. La espera, la tensión, la ansiedad, las ganas de que llegue un día que no sabes qué día será, la ambición por poseer en tus manos lo que sólo has podido imaginar, imaginar un cuerpo sin cara, esperar caricias, una mirada, un alboroto de madrugada, una boquita que se abre buscando un puño, un dedo, su alimento.

El corazón se acelera, el tiempo se para, se ralentiza, se congela en este calor insufrible, en este verano interminable. Sólo puede respirar, más y más rapido, jadear tu llegada, alentar mi esperanza y mi espera. Quiero verte ya, quiere olerte, quiero tenerte en mis brazos, quiero llorar al verte, quiero quedarme sordo escuchano tus pulmones, tu sueño y tu hambre. Quiero sentirme torpe, tocar con mis dedos tu terciopelo, tus lunares, ese cabello rizado y moreno que tantas veces en creado en mi mente, he dibujado en cada parte de la casa. Quiero jugar con tus pies, sorprenderme de su diminuto tamaño. Necesito que salgas ya. Necesito que tu cuerpo lleve la calma a mi pecho, que me ayudes a respirar, que me hagas correr y a bendecir este maldito momento de inmensa espera, a maldecir tantos bentidos momentos de dulce desesperación.

Lo quiero ya.

1 comentario:

Jorge Solana dijo...

bueno iván, que te subes por las paredes !! jajajja Cualquier día dejas de escribir de golpe en el blog...