viernes, 5 de agosto de 2011

Sin acritud y desde el cariño

Es 5 de agosto. Nada nuevo. Eso sí, el babycenter ya nos saluda como nuevos padres y nos felicita por nuestro recién nacido (bjlajgiohadgajbanxznesh). Deben ser los únicos que no se han enterado de que el porcentaje de mujeres que paren en el día señalado no llega ni al 20%.

Nosotros pertenecemos a la mayoría, a la inmensa mayoría, también a esa leyenda urbana de que a las primerizas siempre se les retrasa. La verdad es que, en estas semanas, estamos escuchando experiencia, opiniones, supersticiones y ¿ánimos? para todo los gustos.

La frase "qué sea una horita corta" se ha convertido en trending topics de esos. Por no dicer aquello "no, pues ya tienes los labios más hinchados". Y las pelotas, resoplo yo en lo bajino mientras ofrezco mi mejor sonrisa. El caso es que lo de los labios lo pueden decir personas que hace meses que no ven a Patricia. Claro, que al poco rato de escuchar lo de los labios (que como deben estar es abiertos, y no hinchados) llega otra persona y te espeta "no, pues sigues teniendo la barriga alta" - ¿Alta? ¡Si hace un mes que mi mujer anda como Manuel Fraga!- "pues a ti todavía te queda" ¿estás de coña o qué? ¿me he metido yo contigo? Pienso mientras ofrezco la mejor de mis nerviosas sonrisas. "La semana que viene, que hay luna llena, seguro que la tienes". Hombre, teniendo en cuenta que esta semana no ha sido... Pues pinta para la que viene y lo de la luna, ¿qué llevamos, 1 mes sin que nazcan críos? "No es que es con los cambios de ciclos lunares" Ah, claro. Vamos, todas las semanas pasa algo. Bueno, pues la luna si tiene que esperar, que espere, pero yo ya quiero tener a mi hija en brazos. Ya estoy intranquilo.

Al respecto de esa intranquilidad Uno agradece, realmete, sin ironías, cada apoyo, cada consejo, cada experiencia ("no, pues a mi mujer le dijeron que estaba muy verde y a los 2 días estaba de parto", este tipo de experiencia ayudan bastante), cada llamada interesada y preocupada es de agradecer. Claro que, cuando te preguntan cosas como ¿qué, ya ha nacido? Sí, no la ves, aquí, en mi carrito invisible, y a Patricia le hemos metido una sandía en la barriga para que no la eche de menos (que esa es otra, aquellas personas que dicen que aprovechemos la barriga ahora que la tenemos ¡pero si llevo meses sin abrazar a mi mujer!). Claro, que más inquietante son los que dicen "¡Pero todavía no ha nacido!" Sí, pero decidimos dejarla dentro, que allí duerme mejor. De verdad, que hay preguntas raras en estas largas, larguísimas semanas. Aunque, en la mayoría, lo que hay son muestras de cariño, de mucho afecto, de comprensión. Y se agradece.

La gente está expectante, impaciente, con muchas ganas (no con las mismas ganas que nosotros, NI DE BROMA), pero claro, demostrar ese nerviosismo palpable no es compatible con la recomendación "Vosotros lo que tenéis que hacer es estar tranquilos y no pensar en ello" Supongo que para estar nerviosos y darle vueltas a la cosa ya están ellos pero, déjame que te diga una cosa

¿Tranquilos? ¿no pensar en ello? Lo siento pero no. Me subo por las paredes, llevo 2 semanas en las que sólo hablo de esto, sólo me preguntan por esto, llevo 8 meses y 4 días esperando este momento y quieres que no piense en ello, que esté tranquilo... ¡No me digas lo qué tengo que hacer, dimo cómo!

La realidad es que me muero de la impaciencia. La ausencia de una fecha, de un día. El largo pasar de las horas, el no sentir nada que te anuncie que va a llegar me angustia, me enerva, me saca de quicio. Afortunadamente, con sus tópicos y frases hechas, con sus recomendaciones poco prácticas, con cada experiencia diferente y probablemente contraria o contradictoria con la anteriro, uno lo va llevando mejor. Sentir el cariño por la calle ayuda, aunque uno resople como un caballa cada vez que suena el teléfono.

Gracias a todos por ser tan pesados.

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