lunes, 3 de diciembre de 2007

Bajo el perro de Heidi

La niebla se ha instalado en Mérida. A unos 30 kilómetros, el sol aparece, la luz te ciega y te hace olvidar la ceniza fría de esas paredes que queman la pena de pensar que tu voz es caduca y que tu futuro, desde el principio, vaga por la incertidumbre.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

... y la extraña sensación de volver a 90 km/h intuyendo el horizonte porque esa niebla no permite más...
quizá tras esas cortinas grises brille el sol con una buena noticia? quizá seamos compañeros? quizá podamos demostrar que nos importa nuestra tierra y queremos seguir trabajando aqui, informando aqui, viviendo aqui?



el secreto de la vainilla

Iván H. Bermejo dijo...

Amén.

P.D.: Ayer te adelanté mientras la niebla todavía no era espesa.Besos, mona

Juan Carlos dijo...

Estoy seguro que esa niebla se levantará y os enseñará a ambos un horizonte claro y un futuro esperanzador.

José Manuel Díez dijo...

Aplícate el rollo, Juan Carlos Herrero Bermejo...

La niebla es una nube a ras de suelo. ¿Quién dice que no podemos tocar las nubes de vez en cuando?...

Un abrazo Iván

(Tengo vuestras camisetas)

JM

Patricia dijo...

ya, ya...
Y nuestro cuadro...

Iván H. Bermejo dijo...

Buen regalo de Reyes serán esas camisetas y el cuadro, José. Este año tampoco faltará la cena y, si me apuras, unas copitas. Un abrazo

José Manuel Díez dijo...

Camisetas de manga corta en diciembre y un cuadro sin terminar de un pintor que dejó de pintar hace meses... jaja!! Vaya mierda de regalos!!

Ya veremos si este año hay reyes, amigos... ¿Vosotros os habéis portao bien?...

:-)

Besines

Iván H. Bermejo dijo...

¿Yo? Me he portado estupendamente. Jeje. Así que habrá Reyes, cena y todos los amigos posibles (joooo! mario!!!!) para ese día (no puedes faltar que ya es tradición).

Un abrazo muy grande. Estoy deseando ver esas camisetas mal pintada y el cuadro de manga corta.