miércoles, 4 de junio de 2008

4 x 4 y te llevas la casa

El verso de moda describe en otros rincones el despejado ambiente que respiro en estos días de compras, anticipos y encargos. Semanas intensas, de fútbol, baloncesto, de voces rotas, de sueños partidos, de ilusiones compartidas y retos contratados. Por fin he respirado, por fin salió el sol, por fin el tacto frío de una llave da paso a la calidez de tu sonrisa, escondida detrás de catálagos y catálogos.

Han sido unas semanas intensas, de retornos y emociones. Volvió el baloncesto a Cáceres, a su casa, y le dejó un sabor amargo, de injusticia. Le dejó la miel en los labios, la hiel en los corazones, la lágrima en los ojos y la esperanza en el escudo. Esperanza porque hay gente de la tierra, y del deporte, con ganas de volver a hacer algo grande. Seguro lo consiguen.

Volvió "Robe" a Plasencia, volvió Extremoduro a su casa. Volvió Deltoya, JC García, volvió a abrirse el cielo para que todos cantaramos y nos quedaramos empantanados en sus poesías, en sus misterios. 24 mil rodillas embarradas, 12 gargantas celebrando un retorno. Volvió la música y con ella la libertad. La libertad de escoger, de escuchar, de opinar, de rechazar lo que no te gusta y te estremecerte con una guitarra que te eriza la piel mientras una batería martillea tus deseos más ocultos. Hemos vuelto todos.

Me sentí como aquel bolchevique, que a pesar de su gordura todavía piensa y medita sus flaquezas, esas que cada mes le acercan a su hogar, esas que cada vez le atan a la sociedad capitalista, que cada día le muestran como una mente social adormecida que despierta a tu lado, en un casa luminosa, de gran terraza y sueños por materializar.

Comienza el reto. Tiré los dados, salió cuatro. Cuatro firmas con suelo de madera.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Y dentro de ese sueño, hermano, nos encontramos muchos que hemos vivido a vuestro lado todos esos momentos e ilusiones y seguiremos compartiéndolos. Dejando atrás sueños rotos para componer nuevos puzzles, para ver que la vida merece la pena al lado de los que queremos, para sentir un abrazo o una palabra de ánimo en el momento justo.

Momento de liberaciones personales, de obsesiones truncadas feelizmente porque siempre, lo veas o no, a tu lado está esa sombra de la amistad y la fraternidad.

A tí te salió un cuatro que firmarás sobre madera, a mi un 6 para que vuelva a tirar y siga intentándolo, con otro sueño, con otra ficha, con más esperanza.