martes, 30 de noviembre de 2010

Amigos

Salgo del teatro. La cabeza me da vuelta. Pienso luego existo. Dudo, luego busco la verdad. Elimino etiquetas, hasta la de hombre, busco nuevas realidad en las que cohabitemos. El mundo cambia, evoluciona, y los mundanos nos mantenemos iguales, involucionamos, retrocedemos. Medio en broma medio en serio pensamos aquello de "todos somos bisexuales". Hoy, aquella reflexión cobra más sentido: "todos somos". Sin más.

Nos colgamos etiquetas, nos dejamos arrastrar por ellas hasta, simplemente, ser etiquetas, ser lo que esperan de nosotros. Salgo del teatro y la cabeza no para de pensar, de buscarle sentido a 1hora y 40 minutos de un texto que, como de costumbre, plantea más dudas, más preguntas que certezas, que respuestas. Y yo cojo el guante. Al tiempo, saboreo cada una de sus valientes apuestos, degusto una obra muy literaria, no sólo por el texto, también por la ventaja que me da el permitirme imaginar escenarios, escenas, lugares,... Obra literaria, más mental que visual pero cinematográfica. Un giro a la concepción de cómo son las cosas, cómo deben ser y cómo deben verse, una pregunta más a si la realidad es lo que conocemos o lo que queremos que sea, nos permite meternos de lleno en el mundo del protagonista, casi tocarle, sentirle a centímetros y construir, no sólo el espacio, sino también la dimensión de su espacio. En teatro, capaz de eligir mucho más allá de la mera escena, del mero escenario. Un primer plano, un plano detalle en pleno teatro.

Salgo del teatro feliz. Me re-encuentro con la verdad de la duda y con amigos. Sí, amigos, de esos que siempre están, siempre te recuerdan (como tú a ellos) que no exigen, pero ofrecen, que siempre -antes o después- aparecen, con una sonrisa en la boca, con una mirada de cariño, con un sincero "cuánto tiempo" y con un "ya hablamos" que sabes existerá en el futuro, aunque desconozcas su momento, aunque sea un futuro indefinido.

Salgo del teatro, pienso, me enorgullezco y me pregunto si realmente me lo merezco. En pocos días me he re-encontrado con viejos amigos que, de una u otra manera, siempre aparecen de la misma forma. Carlos, Isa, José Vicente... José Carlos, Domingo, José, Mario. Todos diferentes, todos tan iguales. Las cosas que me invento se parecen a ti, las cosas que me gustan se parecen a ti, las gentes que me gustan se parecen a ti. Todos ellos, y el resto de mis amigos, son parecidos, tienen un alma igual.

En pocos días he disfrutado de unas cañas y unas copas en las que hemos puesto al día la fugacidad de un año de ausencia, hemos degustado el sabor de un primer menú, una copa de cumpleaños con un amigo que planea su futuro con una gran persona -elegimos a personas, no a hombres o mujeres-, unas canastas con amigos que comparten pasiones, un triple de Teodisic gracias a un buen hombre, generoso y siempre sonriente, como a mi me gusta, una obra con familia y otros que podrían serlo, una película con aquellos que hacen más fácil mi día a día, un clásico con los clásicos de siempre,... He compartido mucho en pocos días y me queda aún mucho por compartir con aquellos que, tarde o temprano, aparecen. Y lo hacen con el mismo gesto sonriente, con las mismas ganas de saber de ti, de compartir experiencias.

Siempre he creído que en las relaciones sociales, en su elección, somos -quizá debamos serlo- egoístas y buscar nuestro bien. Siempre me gusta rodearme de gente que me aporte, que me haga mejor persona, que lo intente al menos, que me permita sonreir, que me planteé dudas, que consiga que emerja mi esencia creativa, que me realice y me ayude a ser feliz. Yo, con mis amigos, intento hacer todo eso, intento encaminarles a ese lugar, aunque a veces no lo consiga o no lo parezca. A mi me agrada ver que tengo a muchas de esas personas alrededor de mi universo, aunque como tal, sólo aparezcan, sólo los vean, sólo eclipsen mi vida muy de cuando en cuando. Aún no sé si lo merezco, pero lo agradezco. Gracias, gente por este mes y por los que vendrán.

P.D.:Siempre he dicho que noviembre es especial, tiene arte y, como ejemplo, un recuerdo:
27 de noviembre de 2008, Ismael Serrano.
28 de noviembre de 2009, El Desván del duende.
26 de noviembre de 2010, La Decisión de John.
(Un día antes, Madrid - Olimpiakos, el arte del baloncesto)

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