sábado, 30 de enero de 2016

Ruido

Se asevera como si fuera una verdad absoluta ya corroborada que Podemos se ha financiado de forma ilegal por los gobiernos de Irán y Venezuela. En realidad, no hay ninguna causa abierta (si existe algo, el proceso de investigación parece ahora lejos de sacar una conclusión).

Pese a eso, se toma como verdad absoluta (y como amenaza de lo que vendrá). Y se hace (en su mayoría) por un partido imputado por destrucción de pruebas, con todos sus tesoreros habiendo sido imputados, con un proceso abierto por posible financiación ilegal, con algunos de los que fueron dirigentes de peso habiendo sido detenidos y con sospechas (o no tan sospechas) judiciales de haber pagado en negro las obras de su sede o de haberse repartido sobresueldos.

Pero eso son casos concretos de gente concreta, nada que ver con el partido. Y si defiendes lo contrario o pides cautela a la hora de juzgar la financiación de Podemos, es que eres un podemita rompedor de España. Lo dicen ellos, imparciales y colocados siempre en la decencia. Y, desde ahí, se sabe perfectamente lo que no es decente: todo lo demás.

Se da ya por hecho que la propuesta de Podemos para formar gobierno fue humillante. Aún no he ecuchado ni leído una explicación coherente del porqué, pero fue, indudablemente, humillante. Humillante porque ya puso los ministerios y ministros (no es cierto, fue una propuesta sobre la que empezar, pero eso sólo lo pensamos los peligrosos podemitas. La gente coherente y decente sabe fue humillante). Humillante para los votantes por... Porque es humillante para los votantes del PSOE y no hace falta explicarlo ¡Lo sabrán ellos, que saben lo que piensan los más de 5 millones de personas que les entregaron su voto! (aquí -y esto sí vale para casi todos- el voto se entrega y ellos ya dispondrán probablemente de una forma distinta a la que usaron para pedirtelo y que te -nos-llevó a dárselo).

El caso es que una humillación, evidentemente. Y encima demostró que sólo quieren los sillones. No es que esto se dé por hecho, es que lo ven con total claridad. Ellos, los podemitas, quieren los sillones. Los decentes y coherentes, no.

 Ellos, los decentes y coherentes, prefieren gobernar en solitario y con apoyos puntuales pero no lo hacen por ocupar todos los sillones sino por la estabilidad y la sensatez propia de la decencia. No hablemos ya de qué sillones son los que abrigan los culos de algunos alarmados por lo que pueda pasar que piden la abstención.

Si piensas mal es que eres podemita. Peligro, peligro. Haztelo mirar, igual eres antiespañol, indecente e insasto, dicho todo desde la sensatez y el respeto, claro está.

No vayas a pensar que eso sí es una humillación. Si eres podemita (o, dios no lo quiera, amigo de un independentista) te sientes humillado con facilidad. Por la mesa (sólo te importa el sillón, no como a ellos que lo ocupan por responsabilidad), tener "x" grupos o ya ¡Acabáramos! dónde os vais a sentar ¿A quién le importa eso? A los que vienen sólo a ocupar un sillón.

A ellos, no. Ellos vienen aquí a trabajar y por eso se van a sentar donde siempre. No se van a molestar en debatir si cambian los sitios porque eso no le interesa a nadie. Así que, ellos se ponen delante y vosotros, podemitas antiespañoles, corruptos, indecentes y demasiado sensibles con todo lo que hacen los demás, detrás.

Se da por hecho que si apoyas un referéndum de autodeterminación quieres romper España. Por mucho que digas que pedirás el no, por mucho que trates de demostrar que un referéndum podría acabar como en Escocia (con el no) y cerrar el debate por unas cuantas décadas, es evidente que mientes.

 Quieres romper España. Porque para mantenerla unida hay que hacer lo que se ha hecho hasta ahora y que, como veis, tiene vencido al independentismo. Y hay que seguir así. Con ellos, ni diálogo (y ni mucho menos aceptar su abstención). Eso significaría que quieres romper España ¿Qué mejor forma de mantener unida España que aislar a los que se quieren separar? ¡Brillante! Bueno, sobre todo, decente, sensato y democrático. Hablar (y ya pactar ni hablamos) sería una muestra de que se quiere romper el pacto constitucional ¡Y con la constitución no se juega!

Digo yo que, a estas alturas (si habeis llegado), ya habréis dado por sentado quiénes son los que defienden la Constitución y quienes no.

jueves, 28 de enero de 2016

Nuestra Historia

Todos mis sentidos se concentraban en poder adivinar el mensaje oculto que los del nocturno habían dejado en la pizarra y que Don Aurelio se había apresurado a borrar esa mañana. El peor día para haberme quedado dormido.

Sólo se leía con claridad una fecha escrita con el solemne pulso de ese profesor que despertaba un interés inhabitual en la curiosidad de su alumnado - "¿No se jubilaba este año?" - "Ha preferido seguir trabajando". La credibilidad de un tripitidor en estos asuntos es incuestionable.
18 de julio en la pizarra. Detrás, un borrón, la sombra de lo que pudo ser la invitación a la revolución. O quizá el polvo efímero de una estupidez. Tonto el que lo lea, sonreí yo.

La voz de Don Aurelio seguía presente. Sonaba como la del Carrusel en aquellas tardes de domingo, de sofá, televisor y transistor. Cambiando canales, escuchando goles sin prestar atención a ninguno de los dos (hubo tardes que acabé sin saber marcador alguno. Sí recuerdo que la hija de aquella señora rubia al final apareció ¿O no?). Sonaba como el hilo musical de un centro comercial que, de repente, sin saber por qué, descubres que está.


Dejé de mirar la pizarra, satisfecho de mi probable descubrimiento. Miré por la ventana. En el tránsito, en el giro de la cabeza, me pareció ver a Don Aurelio aún sentado, hablando. Contando, como si no lo hubiera vivido, un tiempo que conoció. Hice un pequeño esfuerzo por intentar leer sus labios. Me rendí pronto. El mundo que vivía tras la ventana me esperaba.


Tras el cristal, un señor ya mayor compartía conversación con otro octogenario. Los dos cuidaban (aparentemente) a sus nietos. O los observan desde su banco. Los niños bajaban de cabeza por el tobogán. Los señores hablaban. Imaginé que hablaban de su infancia, de como jugaban, de como ha cambiado todo.


El timbre me devolvió al pupitre. 
El ruido de las mesas, el crecer de murmullos fueron indicios inequívocos de que Don Aurelio ya no estaba.

domingo, 24 de enero de 2016

La cultura del odio

Vivimos tiempos políticos apasionantes.
Lamentablemente, la élite política demuestra una vez más lo lejos que está del nivel que se le espera y exige.

Incapaces de mirar por otros intereses que no sean los propios, sus estrategias siempre van encaminadas en poner en evidencia al otro. Lo importante es el voto, restarles votos (aunque no los gane).

Y el tiempo pasa y, cuanto más tiempo pase sin que pase nada, mejor para ellos.

Insisten en usar las fórmulas de siempre para afrontar un tiempo y unos retos totalmente diferentes.

Insisten en que el único camino es aquel que no ha dado resultado, el que nos ha llevado al lugar que estamos. Igual es que ese era su único destino. Que el tiempo pase sin que pase nada.

Y, para conseguirlo, usan el miedo e inculcan el odio. Partidos podridos en sus entrañas por la corrupción y la manipulación, responsables directos de escalofriantes datos de desigualdad y pobreza, propagan el miedo, promueven desprecio, siembran el odio.

Otra vez sembrando odio.

Y, entre tanto, la gente en sus casas odiando a gente que no conoce porque tiene miedo a perder lo poco que nos han dejado tener, odiando a gente que no conoce sólo porque su voto fue diferente, porque sus símbolos son otros (ya sea la bandera o el equipo de fútbol).

España y su cultura del odio, un odio que suena a añejo, un odio que ya conocemos.

Dejemos de odiar.
Dejen de meternos miedo.

viernes, 15 de enero de 2016

Re-conciliar.

Creo que el debate se ha tergiversado, confundido o malinterpretado. No sé si con esa voluntad o porque, sencillamente, en este país aún no hay una conciencia de qué es realmente la conciliación.
Conciliación no es llevar a tu hijo a tu puesto de trabajo pero conciliación tampoco es dejar a tu bebé en un centro de educación infantil (o con un familiar) mientras trabajas. Esas son alternativas, pequeñas soluciones o parches a la falta de conciliación.
Conciliar tampoco es aumentar el calendario escolar y el horario lectivo para que estén en el colegio mientras trabajas.
Conciliar es que el niño o la niña pase el máximo tiempo posible con la madre/padre. Y hay que empezar a legislar y regular horarios para ello. Y el primer paso para legislar y regular horarios es visualizar que hay un error de concepto cuando se habla de conciliación, que está mal entendida, que aquí se cree que conciliar es poder ir a trabajar y estar tranquilo porque tu hijo o hija está bien cuidado por otros cuando conciliar es poder trabajar y que esté bajo tú cuidado.
Soy un firme defensor de la educación pública, libre y gratuita de 0 a 6 años pero no como solución a la conciliación.
Hay que empezar a legislar y regular horarios para favorecer una conciliación real. Hay que ampliar las bajas maternales y paternales para proteger los derechos y las necesidades de nuestros bebé, su derecho y necesidad de estar con su madre/padre.
Hay que hacerlo en virtud de lo que dicen los especialistas, que tengan la duración suficiente según las demandas de cada edad: bajas más largas, promover reducciones de jornada sin merma económica (hay que valorar la importancia de la crianza para construir una sociedad mejor y fomentar la natalidad, que sea sólo motivo de felicidad, no un problema).
Hay que concienciar más sobre la importancia de la lactancia materna para ayudar a todas aquellas que tengan esa opción y hay que legislar para proteger ese derecho del niño/niña.
Hay que igualar las bajas por maternidad y paternidad (que puede parecer contradictorio) pero hay que hacerlo por varios motivos.
1. Concienciar y educar en la igual importancia de ambos sexos en el cuidado y crianza de la criatura.
2. Dar solución a los distintos modelos de familia. Ya no sólo existe ese model tradicional de "papá y mamá". Esta ese, otro con sólo papá o sólo mamá, con dos papás, con dos mamás, con otros tutores... Todos los niños y niñas tienen el mismo derecho, sea cual sea su model de familia.
Y 3 (y seguro que hay más puntos). Que el mercado laboral deje de penalizar a la la mujer por ser madre, porque sus bajas son mas largas, porque el cuidado de los hijos e hijas está asociado socialmente más a ellas que a nosotros.
Hay un problema. Algunos lo empiezan a visualizar ahora. Otros aún no saben cuál es el problema real y por qué no valen las soluciones dadas hasta ahora. Pongámonos a trabajar.

Y trabajemos también en crear entornos más amables para nuestros hijos e hijas (incluidos los puestos de trabajo de los padres y madres), trabajemos para conciliar nuestras vidas en lugares en los que haya niños y niñas, dejemos de verlos como algo molesto que perturba nuestra paz, ofrezcamos a la infancia un espacio más amplio que el de casa, parque, guardería y/ centro de educación infantil al que les hemos condenado.

Hemos reducido su espacio, a la vista de todos está que la opinión mayoritaria es "ese no es un lugar para un niño", "estaría mejor con otros niños". Trabajemos en construir un mundo en el que niños y mayores puedan convivir, en el que valoremos su importancia y su presencia y no moleste por el mero hecho de ser niño o niña, porque -de repente- un bebé pueda llorar en un restaurante, porque quiera jugar o correr en un bar, porque quiera ser un niño (lo que no conlleva necesariamente un mal comportamiento) en aquellos lugares de los que los adultos nos hemos apropiado y de los que les queremos excluir (y, con ellos, a sus padres y madres).
Que los niños y niñas dejen de ser como las obras, que todo el mundo las ve necesarias pero después sólo nos quejamos de lo mucho que molestan.

http://www.canalextremadura.es/portada/actualidad/nines-maestro-las-mujeres-hemos-retrocedido-en-este-pais-en-condiciones-laborales

martes, 5 de enero de 2016

Dulce Rutina

Cada noche era igual. Ella llegaba tarde a casa, él esperaba sonriendo en el sofá a la tenue luz del televisor. Ella se sentaba en silencio, él cogía dulcemente su mano. Ella besaba su mejilla y acurrucaba la cabeza en su hombro izquierdo. Ella nunca miraba las noticias pero le gustaba descansar al olor de su jersey y recordar aquella tarde que fue a buscarla al instituto para llevarla a ver el mar ¡Cómo se enfadaron sus padres!
Esa noche fue distinta. Él no sonrió, no cogió su mano. Ella besó su mejilla, acurrucó su cabeza y sollozó: “Adiós, abuelo”.

Es la segunda vez que me pasa. Un microrrelato mío ha sido seleccionado por Miguel Ángel Carmona y Celard para ser radiado en "El sol sale por el oeste". Me hace especial ilusión poder leerlo en antena y escuchar lo que ha transmitido a otras personas.

En la construcción de la historia son clave mis padres y Rosi, con ese cariño inmenso con el que cuidan a Candela y Mario y con esos caprichos imprescindibles para que puedan sentirse realmente nietos, Patricia con la emoción con la que siempre me ha transmitido sus sentimientos y su relación con su abuelo Felipe y su abuela Carmen (de los que yo he podido disfrutar un muchito), Candela y Mario con la pureza de su mirada cuando hablan de sus abuelos, la radio (concretamente Hora 25) por permitirme escuchar lo que sienten y viven los abuelos y lo importante que es que regalen caprichos (y que no me había detenido a pensar -aun teniéndolo delante- hasta ese mismo momento) e Ismael Serrano, que me inspiró 'la huida' perfecta para dar el sentido exacto al microrrelato.
P.D.: ¡Qué jodido es escribir con el móvil!