lunes, 21 de septiembre de 2009

¡ENHORABUENA, CAMPEONES!


Le decía yo a Rodri antes de que empezara el Eurobasket que en este campeonato éramos infinítamente superiores y que el oro se venía para España a menos que lo perdieramos nosotros por el camino. A punto estuvimos de hacerlo ante Eslovenia primero y después en la segunda fase con aquella última no-canasta de Sergio Llul. Afortunadamente, la lógica se impuso y España ha mostrado nuevamente su superioridad aplastante en el continente europeo.

Esa superioridad se consigue, sobre todo, gracias a la unidad. A día de hoy (ver post anterior) sólo nos puede ganar Estados Unidos y el resto de selecciones nos pueden poner en aprietos si están todas sus estrellas. Pero suelen no estar.

Mérito de los jugadores, de la amistad entre ellos, de su hambre de éxitos, de su compromiso, de la federación... no sé de quien será mérito pero la verdad es que están todos los que pueden estar (Calderón no ha podido ir por lesión) y seguro que seguirán. Síntoma de grupo, de humildad y de hambre que no sacian aunque ganen de 20 en Katowice.

Por cierto, vaya primera parte para enmarcar la de España ante Serbia (sí, aquella que nos ganó en el primer partido del Europeo dejándonos en 57 puntos) en la final.