viernes, 19 de octubre de 2007

En todas partes

Benito Zambrano visita hoy Plasencia. El Auditorio Santa Ana exhibe su primer gran éxito, "Solas", y nos permite compartir minutos de charla con él. Me gusta "Solas", me enternece a la vez que me estruja su historia, pero no puedo sino lamentar que "Habana Blues" quede para la próxima semana. Admirador confeso de esa película, es un recuerdo de un tiempo pasado que siempre será mejor, de amistades que se mantienen en la distancia, de vidas unidas por el cine y separadas de forma intermitente por el trabajo.

"Habana Blues" gusta, pero además, tiene ese punto personal que te pellizca el corazón en el momento oportuno. Fue un nexo de unión con algún cantante que sigue defendiendo su locura ordinaria pero, sobre todo, fue el leimotiv, la banda sonora de un programa y una amistad.
"Habana Blues" tiene de todo. Lo personal, que te identifica con ideas encontradas, con la lucha entre tu superviviencia y la de tu cultura, tu arte, y lo meramente formal. La belleza de las calles cubanas, la forma de mostrar una ciudad, un país, un sentimiento. La manera de cantarte sus músicas, de descubrirte las penas que caen en las aceras y que suben por las fachadas de los edificios amarradas a un teléfono que te une a los que están en la distancia.

"Habana Blues" te golpea con un final seco, sencillo, sin florituras, sin adornos y, no por eso, deja de ser emotivo. Un desenlace que no se obceca en entristecerte en las arenas de soledad.

Como anécdota final, el cierre del Primera Hora de hoy, sobre la presencia de Benito Zambrano en la región, lleva como música la BS de Amelie o, lo que es lo mismo, la melodía de aquella linterna mágica que mantiene viva la luz más allá de aquellos 3 meses. Casualidades de la vida.

2 comentarios:

Lidia dijo...

Hace poco vi Habana Blues y no encuentro mejor definición que la que tú haces.

Iván H. Bermejo dijo...

Gracias y bienvenida.