Las papas en la sartén y los coches blancos. Las cañas en Cánovas y las compras en Menacho. El trabajo, el justo pero bien remunerado.
Y yo compro en Santa Eulalia y degusto las tapas ante los ojos del Abuelo Mayorga. Tengo un coche gris, aunque prefería el rojo y me pierdo sin la freidora. Trabajo para vivir, pero no vivo por el trabajo. Así de contrariado.
jueves, 4 de octubre de 2007
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3 comentarios:
Trabajas para vivir, pero no vives donde trabajas, sino que trabajas donde vives.
Eso es otra contradicción. Y otra contrariedad.
y yo me tomo la menta poleo con sacarina
Algunos lo tenemos peor... Ni compras ni cañas en un sitio determinao, donde nos cae. Y sin coche...
Menos mal que el trabajo me da vida.
Abrazos Iván!!
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