jueves, 4 de octubre de 2007

Así lo aprendí yo y yo así de contrariado

Las papas en la sartén y los coches blancos. Las cañas en Cánovas y las compras en Menacho. El trabajo, el justo pero bien remunerado.

Y yo compro en Santa Eulalia y degusto las tapas ante los ojos del Abuelo Mayorga. Tengo un coche gris, aunque prefería el rojo y me pierdo sin la freidora. Trabajo para vivir, pero no vivo por el trabajo. Así de contrariado.

3 comentarios:

UnaExcusa dijo...

Trabajas para vivir, pero no vives donde trabajas, sino que trabajas donde vives.

Eso es otra contradicción. Y otra contrariedad.

Anónimo dijo...

y yo me tomo la menta poleo con sacarina

José Manuel Díez dijo...

Algunos lo tenemos peor... Ni compras ni cañas en un sitio determinao, donde nos cae. Y sin coche...

Menos mal que el trabajo me da vida.

Abrazos Iván!!