Qué difícil ser yo sin serlo, equilibrar el obligarme a salir con manejar mis tiempos y quedarme en casa si quiero.
Saber que tengo que cambiar, que hay una parte de mí, de mi forma de ser que puedo cambiar para mejorar y no sentirme culpable de mi propia enfermedad.
Renunciar sin sentir que me rindo, abandonar peleas, dejar de dar voz a injusticias sin sentirlo como una derrota, sin derrotado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario