martes, 10 de noviembre de 2009

OTOÑO NO DESAPARECE

Otoño aparece como un géminis. Los árboles se entristecen, sus hojas languidecen en las aceras, las ramas se derraman entre el aire, la oscuridad gana terreno al sol, el cobre se adueña de la paleta del pintor y todo parece más triste. O no.

Otoño aparece como un géminis. El viento entra por la venta, te invita a un paso en el que los pies hagan crujir las hojas, como cruje la seta del próximo plato que compartimos. Una vocanada de oxígeno se apodera de unos pulmones que buscan refugio en las calles libres. El turismo urbano, las piedras hoy más grises, más frías. Las murallas más abiertas, más frescas.

Otoño aparece como un géminis. Duermes, y en tu sueño, descansa mi esperanza. Duermo, y en mi pesadilla, vive tu incertidumbre. Dormimos nuestros males, despertames llenos de nuevas posibilidades.

Es noviembre, ese mes diferente. Ese mes del que se adueñó Achero Mañas, que describió a la perfección. Que se levanten los teatros, sentémonos en las rocosas calles.

2 comentarios:

Patricia dijo...

UUUUUAAAAAAAUUUUUUU!!!!!!!

Juan Carlos dijo...

Lo que más me gusta de este otoño es que de vez en cuando se cae del árbol de tu creatividad una hoja exquisita con una reflexión que emociona.