domingo, 14 de noviembre de 2021

39

A mis 39, con más canas y kilos de los que me gustaría, me siento cada día frente al teclado, a mostrar mi odio al mundo, a mostrarme mi odio a lo que soy. 

Me siento torpe, bastante inútil, no sé entablar conversaciones, me cuesta salir de casa, ser espontáneo, dar abrazos. Me enredo en las redes sociales, busco cobijo en un lugar cerrado, escribo torpe y ferozmente, me equivoco y seguiré equivocándome. Sé que no se puede quedar bien con todo el mundo, ni lo pretendo, pero molesto y hago daño y eso tampoco lo pretendo. 

No sé salir de mi burbuja. No sé salir de mi cuarto. No sé salir de mis ideas. No sé escapar de mis miedos e ilusiones, de mis obsesiones y esperanzas, de mi lucha y mi cansancio, de mi desidia y mi reiteración. No sé estarme callado aunque cada vez hablo menos.

No sé qué contar. No sé qué dolor expresar y cual dejar que se consuma por dentro. No sé cómo acercarme a quién más quiero, no sé pedir un beso, no sé llorar y no sé si debo. Me equivoco. Hablo y me equivoco. Callo y me equivoco. Ando y me equivoco. Me paro y me equivoco, me tropiezo y me equivoco.

39 años y siento los 3 últimos como un tiempo parado en el que no sé quién soy, ni quién fui ni quién podré ser. Soy un obrero aburguesado, un ecologista que contamina, un anticapitalista que consume sin piedad, un feminista encerrado en mis machismos,  un idealista sin acción, un activista sin obra, creí ser un buen padre y esposo y a veces hasta en eso me veo frágil y equivocado. Soy un violín sin música, la última cuerda de la guitarra, los créditos de una película. 

Soy muchas ideas y no soy ninguna de ellas. Soy un coleccionista de enemigos, amante de jardines y charcos, incapaz de sacar los pies del fango, de ser más silencioso, más generoso, más humano.

Tengo 39 años. Me pesan a las espaldas. Miro y me enorgullezco. Al rato, miro y me arrepiento. Hablo. Doy un paso. Al segundo, me gustaría rebobinar el tiempo y borrar todo lo pasado. Mis acciones, mis palabras, mis sermones, mis temblores.

Soy yo, un soñador insomne y agotado. 

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