viernes, 12 de noviembre de 2021

Tengo un documento de word que no me atrevo a enseñar.

Tengo un documento de word escrito con un proyecto de trabajo.

Tengo una oferta pendiente de contestar de un amigo que me quiere ayudar.

Tengo correos electrónicos mandados para buscar otra salida.

Tengo una conversación aplazada por miedo a que al pronunciarla se vuelva absurda.

Tengo la sensación de tener que seguir hiperconectado para no perder el escaso valor que tengo.

Tengo la intención de borrar mi rastro digital. 

Tengo miedo de que mi nombre y me trabajo sea olvidado, de que con mi perfil desaparezca yo.

Tengo una obligación a la que nadie me obliga.

Tengo la necesidad de seguir estando para seguir siendo cuando pueda estar.

Tengo la ansiedad por no alejarme, la culpa por no volver, el miedo por esfumarme.

No sé lo que tengo. Tengo amor propio pero siempre he huido del ego. No hablo de humildad ni modestia, nunca me ha gustado ser protagonista, pero temo ser un fantasma en este mundo que te exige presencialidad y productividad constante.

Siento que esa presencialidad es la fina cuerda que me separa y, al mismo tiempo, me sostiene al futuro que pienso, porque no sé pensar en otro futuro que no se parezca al que he diseñado en el pasado.

Tengo ideas fundadas en ideales que aborrecería no cumplir.

Tengo la sensación de que una vez escapé, que me fue más fácil rendirme y vivir en contra que seguir peleando por cambiar una coma, una vocal, un nosotras.

Tengo la certeza de que esa pelea hubiera acabado consumiendo más de lo que ahora estoy, abatido y agotado en este ordenador en el que encierro todo lo que fui, soy, puedo ser y planteo que seré.

Tengo un artículo que ha escrito otro y que parece que habla de mí, de mi tiempo, de mi falta de tiempo, de mi falta de descanso, de mi falta de ocio, de cómo llenamos el tiempo mientras nos vaciamos de todo.

https://www.lamarea.com/2021/11/11/vulnerables/

No hay comentarios: