viernes, 29 de abril de 2022

La espera

 El deseo de poder verte cada día,

aunque no haya abrazos ni caricias

aunque no haya besos ni palabras al oído.

El deseo de que no te vayas, de alargar tu marcha

todavía es pronto, no estoy preparado, para despedirte.

El deseo de que todo pase,

de que pase la agonía 

de que llegue la llamada 

definitiva

El final conocido, el final irremediable.

El deseo de seguir viéndote con vida

de notar latir tu corazón y tu osadía.

El deseo de que la luz se apague

Y no sufras más, y no se alargue esta angustia

Aunque me pasaría la vida entera

apoyado en el cristal

mirando cómo respiras.

Y contar, quizá, que hemos bajado al parque

Que Mateo reconoce tu coche

Que Mario ha vuelto a ganar en escalada

Que Candela baila en el Alkázar,

Que ya estoy bien, que vuelvo a trabajar

Que Patricia y yo planeamos nuestras bodas de plata.

Y que te tienes que despertar 

y llevarla del brazo a un nuevo altar

antes de que de te vayas.

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