sábado, 19 de junio de 2021

Nubes

Es viernes, aunque da igual. El día no se distingue de cualquier otro. Aquí, cada día es idéntico al anterior. La luz, los pasillos, las horas, las conversaciones... 

Sólo mirar las nubes me recuerda que es un día diferente. 

Las miro y pierdo la noción del tiempo, si bien el tiempo siempre es igual y desconocido. Desconozco si pasa o si siempre es la misma hora. Sólo tienes constancia de él cuando tocan las comidas o empieza a sonar el teléfono. Su timbre es como un reloj de cuco que te afirma que el tiempo transcurre aunque, en realidad, todo sigue igual. 


Aquí da igual, alejados del mundo de fuera: del timbre del colegio, de la aguja amenazante mientras Mateo no se duerme, de la hora del café, que puede ser cualquier hora pero aquí siempre es la misma, de las calles abarrotadas, de los embotellamientos, del sonido de cláxones y de coches en las aceras, del florecer de niños y niñas en los parques, de su cansancio al caer la noche, de tus párpados cerrándose a la luz del televisor.

Aquí no se hace de noche, sólo se bajan las persianas. Pueden estar bajadas todo el día, dando una oscuridad perpetua que sólo rompe la luz extremadamente blanca de los fluorescentes. 

Por eso me gusta mirar a las nubes. Ver las nubes y los pájaros.  

Hay un rincón, por el que casi nadie camina salvo que la hora de abrir la puerta del patio haya llegado. Nadie sabe qué hora es esa. Y mientras llega esa hora, me siento ante una puerta sin persiana y veo. Veo nubes y pájaros.  

Veo nubes. Su cambiar tranquilo, sus miles formas distintas a las del día anterior, a la de hace unos instantes.   

El mundo se mueve, todo se mueve y lo sabes porque las nubes muestran distintas caras. Algunas, hasta sonríen. 

Yo sonrío con ellas, y siento mi cuerpo en una cama de algodón. Volando alto sobre ellas. Nubes altas, sobre cumbres verdes y rocosas, huyendo de la rugosidad de canchos y cortezas, de la belleza áspera de los olivos y alcornoques. Nubes que han soltado esa sombra que me persigue, que me ata al suelo, que tira de mi hacia la oscuridad de un pozo negro, profundo, igual sin final, como los días. 


Este lugar está lleno de pozos negros que anhelan un cubo que sacie su sed. Y, sin embargo, ante tanta negrura, rebosan agua y resplandecen hacia fuera, hacia el exterior, hacia el resto, con los rayos de un sol generoso, suave y plácido, que te acaricia, que se enreda con el viento entre tus cabellos y tus dedos, esos dedos descalzos –o en chanclas, como único acto de libertad- que buscan calor, frío, algo que les recuerde que están vivos, que se alivian y se refrescan en las cristalinas aguas de un pozo negro.  


Es increíble como resplandece el agua reflejando la luz de otros, regalándote tu luz pese a la negrura de su fondo, pese a los ojos tristes, pese a las tinieblas que se hunde hasta las entrañas. Es increíble cuanto calor da un mundo tan sombrío, regalando los abrazos que te faltan. Dominan tus sombras, las hacen desaparecer a costa de gigantes monstruos que guardan y esconden en su interior y a sus espaldas.  


Y veo a los pájaros. Tan libres, jugando con corrientes de aire, como burlándose. Vuelan sin fin, van y vuelven, se alzan hasta que no ven sus sombras, esas sombras que caen sobre ti, o sobre edificios tan inmóviles como el día, tan iguales a cada hora, tan silenciosos y tenebrosos, callando un dolor que imaginas y te retumba. 

Y quieres ser pájaro. Volar sin pensar y ver esta eterna repetición desde las nubes, con la distancia en la que el dolor desaparece y los pensamientos se los llevan las gotas evaporadas de esta primavera calurosa y el suave susurro del viento.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón,te entiendo perfectamente.Piensa que aunque haya nubes,pueden ser oscuras o muy negras pero también pueden ser blancas y bonitas que dan ganas de tocarlas.
Muchas veces para llegar a salir del pozo hay que estar en lo mas hondo de el,pero te aseguro que saldras de ese pozo,trabajando en ti,conociendo cada rincon de tus pensamientos,poco a poco,sin prisas lo conseguiras aunque ahora no lo creas.Un saludo amigo.