lunes, 13 de septiembre de 2021

No todo es gris.

 En estos días tristes, en los que las horas se alargan, las rodillas pesan, la cabeza soporta un dolor inmenso y una presión desconocida, no todo es gris.

Siento que me faltan fuerzas, que se me acabó la alegría, que me vacié de sonrisas y que aquella carcajada sonora se quedó en oídos amigos, fuera de mi garganta, para siempre.

Lo noto. Hago las mismas cosas y no las disfruto. O no las disfruto como las disfrutaba. No soy un yo pleno, mis ojos se han apagado y me cuesta vivir sin melancolía. Espero pronto recuperar los colores. Ningún troll se queda atrás en esta casa.

Pero no todo es gris. En medio de mi apatía, vivo. A veces, empujado. A veces, obligado por mí. A veces, desde el deseo, otras desde el miedo. A veces, ambas se mezclan o son contiguas. Pero no todo es gris.

No es gris ver a Patricia entrar por la puerta contando mil andanzas y un día de fiesta. 

No es gris ver a Candela, responsable y cariñosa, sabedora de mis dolencias, cuidadora y alocada. Niña y adolescente. Mujer en un cuerpo creciente. No son grises sus besos aunque mi cara pinche.

No es gris la pasión de Mario, sus ganas de competir, de ganar, su continua intención de estar conmigo, de jugar. No es gris su prisa ni su velocidad, aunque me cueste alcanzarle. Es de un color intenso su mirada y su fuerza, su inteligencia y voracidad.

No es gris Mateo. Mateo es luz. Es rabieta pero es paz. Es un diálogo constante, siempre innovado, siempre creando algo. Una comida, una fiesta, un parque acuático. Es el arcoiris de cada día.

No es gris, aunque mil buitres azoten mi cabeza, comer pollo y tortilla, celebrar un año más de vida, soplar velas en tiempo de mascarillas, demostrar mi torpeza en poner la sombrilla.

El verano ha estado lleno de color, de agua, de gargantas, piscinas, de frescos pilones, de juegos y baños, de ahijados y compadres, de naturaleza bella y viva, de montaña y playa, de amistad y familia, de un concierto y un disco por llegar, de un amor inmenso que me hace feliz aunque me haya olvidado de la alegría.

No todo es gris. En este mundo en el que la gente desea cosas que sólo cuestan dinero, yo me mantengo vivo con lo más caro: nada. No necesito más que lo tengo, incluso me sobran ropas, habitaciones, cilindrada... Me vale con seguir viendo vuestras caras cada mañana y con el recuerdo y la consciencia de quienes siguen esperándome, aunque no les conteste al teléfono.

https://www.youtube.com/watch?v=0AQN8YKixBo

No hay comentarios: